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NANAWA, Dpto. de Presidente Hayes (Rocío Portillo, corresponsal). Casas, comercios, escuelas, colegios, iglesias, sedes sociales, el cementerio, todo quedó bajo las aguas de los ríos Negro, Pilcomayo y Paraguay. Los pocos pobladores que quedan en la ciudad son las que tienen viviendas de dos plantas, que se rehusan a evacuar por temor a que sus casas sean rapiñadas.
Los que permanecen en la ciudad circulan en canoas, lanchas o como puedan para poder realizar sus actividades diarias y buscar el sustento diario en una ciudad ganada por las aguas. No hay una sola calle que no esté anegada.
Perla Ramírez dijo que tuvo que improvisar un pequeño sobrado en la planta baja de su casa para poder subir y bajar en una lancha para trasladarse a la zona comercial de la ciudad para poder trabajar.
“Todo es difícil ahora, estamos expuestos a cualquier tipo de enfermedad gastrointestinal, ya que esta todo mezclado aquí”, expresó Ramírez.
Según datos proveídos por la Comuna local, en la ciudad no se registran lugares secos. El 90 por ciento de la población de 7.000 habitantes fue evacuado a otros puntos del departamento, principalmente Puerto Falcón y Villa Hayes, así como Mariano Roque Alonso, Luque, y Loma Pytã (Asunción); en casa de sus parientes y en los albergues de la ciudad de Clorinda (Argentina).
A pesar de la caótica situación de la ciudad, los comerciantes fronterizos no bajaron a pesar de que toda la zona está bajo agua. La creatividad primó en los trabajadores del sector y en quince días construyeron plataformas de palets sobre los cuales instalaron sus puestos “flotantes” para poder continuar con las ventas.
La única forma de llegar al sector comercial es en lancha desde la ciudad de Puerto Falcón. El costo del viaje es de G. 5.000 ida y vuelta.