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Dionisio Da Silva, uno de los afectados, indicó que el agua suministrada por la Junta de Saneamiento es de pésima calidad. El líquido succionado del río prácticamente tiene la calidad de agua estancada, que se mezcla con basura arrojada al cauce del río.
Explicó que la factura mínima es de G. 20.000 y G. 35.000 mensuales, dependiendo de la zona. Expresó que merecen un buen servicio porque pagan.
El presidente del Junta de Saneamiento, Adolfo Villalba, negó categóricamente que estén distribuyendo agua cruda a la población. Reconoció, sin embargo, que el sector de captación del vital líquido se está secando.
De 500 usuarios aproximadamente, solo paga el 40 por ciento, por lo tanto es difícil realizar mejoras en la planta de tratamiento de la aguatera, dijo Villalba.