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De acuerdo a las denuncias, las millonarias trasferencias en dólares y reales se realizan a través de casas de cambio clandestinas y en algunos casos a través de bancos de plazas, a China Continental, para realizar compras de diversos tipos de productos, en su mayoría “piratas”.
Este esquema sería comandado por el seccionalero, que levanta los pedidos de compra de diversos productos como electrónicos, perfumes, suplementos alimenticios, prendas de vestir y carteras. Los comerciantes realizan los giros o transferencias directamente a los fabricantes chinos y estos las entregarían a Fernández.
El político colorado estaría encargado de traer la carga vía aérea y una vez en territorio paraguayo, pagaría jugosas coimas a funcionarios públicos como de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Aduana, Policía de Delitos Económicos e incluso al Ministerio Público.
Para realizar esta operación, se montó un sistema de venta y compra de mercaderías dentro del territorio paraguayo, utilizando a empresas de maletín, como es el caso de MyJ Import Export, que no existe físicamente.
La firma está a nombre de Martín Sanabria Ferreira, supuesto prestanombre de Alcides Fernández. La empresa apareció como dueña de una de las cargas que fue decomisada en abril pasado por el fiscal Anticorrupción, Arnaldo Giuzzio, en el aeropuerto Silvio Pettirossi, de la capital del país, ante las sospechas de ingresar mercadería falsificada.
Igualmente, el domingo pasado fue retenido otro cargamento de 4.156 cajas de productos de diversas marcas, tales como Iphone, Nokia, Blackberry, Samsung, LG, entre otros. El fiscal Marcelo García de Zúñiga dispuso la retención de 420 cajas de productos que desde ayer comenzaron a ser sometidos a una pericia tecnológica, conforme a las expresiones del representante del Ministerio Público. Sin embargo, los suplementos vitamínicos fueron liberados.
Fernández estuvo el miércoles en el aeropuerto Guaraní. Negó cualquier actividad ilegal y aseguró que “todas sus acciones están conforme a la legalidad”.
Este esquema es bien conocido y está en vigencia en el país desde hace más de una década.
Se inició con el esquema conocido como “Latina Import Export”, que traía grandes cantidades de mercaderías de Iquique, Chile, e ingresaban al país “en frío” (sin pagar ningún tributo).