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SALTO DEL GUAIRÁ, Dpto. de Canindeyú (Rosendo Duarte, corresponsal). El delegado de la Policía Civil de la ciudad de El Dorado, Mato Grosso do Sul, Brasil, Claudineis Galinari, denunció que una pareja de empresarios fue víctima de un asalto y secuestro el pasado viernes 4 de enero, cerca de las 11:30. El caso se registró en la ciudad de El Dorado, distante a 45 kilómetros de esta ciudad.
La mujer, de unos 50 años de edad, logró escapar mientras su esposo, de 46, fue raptado por los malvivientes y traído rumbo al Paraguay en su propio vehículo, una camioneta Toyota, tipo Hilux.
Antes de que cruzaran la frontera, la Policía brasileña logró montar un retén cerca de la línea de demarcación, lo que obligó a los malvivientes a abandonar el vehículo con su víctima y cruzar hacia el lado paraguayo caminando.
Alertados por turistas, efectivos de la Policía Nacional apostados en la frontera lograron detener a los presuntos marginales, identificados como Wesley Ferreira (23) y Delcimar Mendes (23), brasileños. El procedimiento fue realizado por el jefe del Puesto 29 de Setiembre, a quien los marginales confirmaron que eran asaltantes.
De inmediato, efectivos de la Policía Civil del Brasil se trasladaron a la Jefatura de Policía y realizaron los trámites para que pudieran llevar a los delincuentes.
Sin embargo, intervino el fiscal Eduardo Cazenave, abortando la expulsión y entrega de los delincuentes a la Policía brasileña. Ambos fueron puestos a disposición del Departamento de Migraciones, y, finalmente, liberados.
El agente fiscal interviniente dijo que los acusados no cometieron ningún delito en territorio paraguayo, por lo que no podría mantenerlos presos. Indicó que las autoridades brasileñas no hablaron con él al respecto de lo sucedido en el lado brasileño.
La actitud del fiscal Cazenave y de los responsables de Migraciones fue lamentada tanto por la Policía brasileña como paraguaya, ya que fue frustrada la puesta ante la justicia de dos peligrosos asaltantes, que secuestraron a una persona.
La prensa del vecino país calificó el hecho como “actitud proteccionista”, en beneficio de delincuentes.
Los dos criminales son considerados por la Policía del Brasil como peligrosos asaltantes, acusados de varios hechos como robo de vehículos, asaltos domiciliarios y toma de rehén. Incluso podrían estar vinculados con homicidios registrados en ciudades vecinas del estado de Mato Grosso do Sul, explicaron.