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Enrique Sarubbi planteó una acción de interdicto ante el juzgado de Máxima Meza de Maldonado, en Ciudad del Este.
En forma irregular, la jueza concedió a Enrique Sarubbi la posesión de la finca 531; por este caso, Máxima Meza de Maldonado se encuentra procesada por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Enrique Sarubbi tiene el título de propiedad judicial de la finca 483, pero logró la posesión de la finca 531 de Minga Guazú.
Sarubbi accedió al título de propiedad gracias a una sentencia judicial firmada por el juez Manuel Saifildin Stanley luego de demandar a Francisco Feliciano Duarte, quién murió en junio del año 2000; la sentencia tiene fecha julio de 2014.
A partir de la toma de posesión de una finca que no corresponde en un inmueble que nunca le perteneció, Sarubbi planteó un total de 14 recusaciones y logró paralizar la acción judicial.
La Cámara de Apelaciones, integrada por María Lourdes Sanabria, Sixto Melgarejo y Alba García de Zúñiga, resolvió remitir a primera instancia el expediente para que pueda continuar el proceso, iniciado por Enrique Sarubbi y también paralizado por el propio Sarubbi.
¿Y dónde está la jueza?
El problema en este momento es que el expediente sigue sin juez en primera instancia: nadie sabe dónde está la jueza María Lourdes Sanabria para entregarle la resolución que debe firmar junto con otros camaristas.
Todo paralizado porque la jueza María Lourdes Sanabria desapareció; en toda la semana no concurrió a su despacho y no hay forma de localizarle.
Resulta vergonzoso para el Poder Judicial del Paraguay la demanda que “perdió” un ciudadano muerto 14 años antes de la sentencia.
Y lo grave en esa situación es la complicidad de jueces y fiscales, en algunos casos abierta y en otra solapada, para que Enrique Sarubbi siga en posesión de una finca que tiene legítimo propietario.
La firma HB Inmobiliaria SA tiene el título de propiedad del inmueble de 20 hectáreas ubicado en Minga Guazú, de donde Sarubbi no quiere salir.
roque@abc.com.py