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El intendente de Limpio, Carlos Palacios (ANR), logró que la Junta Municipal le aprobara el plan de compra de un terreno de 25 hectáreas ubicado en una zona baja y, por ende, inundable, por la astronómica suma de G. 30.000 millones. El inmueble está individualizado con padrón Nº 2203, finca Nº 1442, y está ubicado en el barrio Costa Azul.
Figura como dueño el político liberal y abogado Manuel Enrique Radice, quien adquirió en 2010 el lote por G. 802 millones en un remate que él debía evitar, según un contrato que celebró con la Municipalidad de Limpio. En 2006, el letrado recibió como pago de honorarios otros 20 lotes municipales en la misma zona por defender los intereses de la Comuna sobre el predio en cuestión.
Según Palacios, en la propiedad se proyecta construir una planta de tratamiento cloacal en el marco de un plan gerenciado por la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap). Sin embargo, el presidente de la aguatera estatal, Ludovico Sarubbi, aseguró que Limpio no está incluido en el diseño de la obra.
El jefe comunal, en un intento de justificar su interés en el lote, dijo que el ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, le pidió que comprara ese terreno por ser el “ideal”. Pero el encargado de despacho de la Dirección de Agua Potable (Dapsan) y Saneamiento, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), ingeniero Hugo Ruiz, se hizo de portavoz del titular de la cartera de Estado y se encargó de negar la afirmación de Palacios.
Palacios también reconoció que ignora la ubicación de la “codiciada” propiedad. Fueron sus asesores topógrafos quienes recomendaron, según dijo.
El lote, en realidad, se encuentra en un esteral en la cuenca del arroyo Itay. La propiedad todavía tiene una extensa vegetación con una nutrida presencia de aves.
Por el terreno también cruzan varios afluentes alimentadores del Itay, en su mayoría con un alto grado de contaminación. Los rastros de la última inundación son visibles en la zona. Numerosos troncos de karanda’y muestran aún marcas del nivel al que llegaron las aguas en la gran inundación, a fines del 2015.
Según los pobladores, el terreno que pretende la Municipalidad se inunda en la primera lluvia importante y el desagote de las aguas tarda días.
Cloaca abandonada
En las cercanías de la propiedad de Radice se encuentra una planta de tratamiento de cloaca abandonada. El sitio era explotado por Julio Ariel Aguilar, quien dejó la zona después de registrarse las últimas inundaciones, de acuerdo a lo mencionado por los vecinos.
Basura y camalotes podridos también se observan en el sitio. Asimismo, existen tres piletas que todavía contienen residuos cloacales.
juan.jara@abc.com.py