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Pidió seguir a María y tenerla como ejemplo de madre e imploró que se recuperen los valores cristianos en el seno familiar. “Debemos vivir la vida porque Dios nos regaló y nos invita a ser felices sobre la tierra, porque no quiere que suframos y para ello debemos desechar todo tipo de antivalores que nos llevan a la muerte, como el egoísmo, la envidia y la soberbia”, expresó el prelado.
Dijo que hoy en día muchos no valoran su propia vida y la de otros. Actualmente los jóvenes exponen sus vidas, y cometen todo tipo de salvajismos, indicó y mencionó las carreras en motos, otros que se dedican a asaltar y robar.
Asimismo, manifestó que la primera escuela y la primera universidad es el hogar y se debe enseñar a los niños y jóvenes los valores cristianos, porque los padres deben ser los primeros sacerdotes y buscar la unidad de la familia. Reclamó instaurar siempre un diálogo fraterno entre los miembros de la familia y mantener siempre la oración en el hogar para alimentar la fe en Dios y la Virgen María.
Expresó que la familia que reza es exitosa y vivirá siempre en la paz de Dios, pero que lastimosamente hay muchos que olvidan vivir el amor y crean una sociedad corrupta y autoritaria. “Cuando en la casa no existe la unidad, cada uno vive su vida y se deja dominar por el egoísmo y se cree superior a todos o se considera el tendota y busca solo el bienestar personal y no importa robarle a otros con tal de satisfacer sus necesidades”, resaltó. Después de la celebración eucarística se realizó la tradicional procesión de la sagrada imagen de la Virgen María por el microcentro de la ciudad en donde estudiantes y la feligresía acompañó con banderas y globos. Mientras que el intendente, Óscar Cabrera (ANR), declaró asueto en el distrito para que las personas asistan a los actos litúrgicos.