“Indio dormido”, de Nueva Alborada, cerrado por conflicto de propiedad

Un conflicto por la titularidad del inmueble en el que se encuentra el cerro “Indio dormido”, de Nueva Alborada, mantiene cerrado el espacio al público hace una semana. El encargado del sitio, Pedro Meza, denunció que la familia Mereles invadió el predio y no permite el paso de los visitantes.

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NUEVA ALBORADA, Itapúa (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). El encargado de explotar turísticamente el sitio, Pedro Meza, relató que el acceso al cerro “Indio dormido”, en el cual se encuentra la famosa cueva “Teju kuare”, uno de los principales atractivos de la comunidad, está bloqueado y los turistas no pueden ingresar porque una familia se instaló en el acceso y no permite el paso a nadie.

Expresó que los invasores serían integrantes de la familia Mereles Sosa e incluso entre ellos están dos concejales municipales colorados, María Clotilde y Florentín Mereles Sosa. La propiedad tiene una superficie de cinco hectáreas, señaló.

Meza dijo ser el legítimo dueño del inmueble y exhibió un comprobante de solicitud de compra ante el Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), que data de 2014, y los recibos de pago por el terreno. “El último pago hice este año”, afirmó.

Alegó que vive en el predio hace 12 años y que en 2013 surge a través de la Municipalidad local una iniciativa de potenciar el turismo en la zona, y en ese proyecto entra el inmueble por su atractivo existente.

El poblador relató que el terreno en principio fue cedido por el patriarca de la familia Mereles, con que se había criado desde muy pequeño. “Comencé a trabajar y luego, en 2014, solicité la titularidad en el Indert, pagué todas las cuotas y ahora estoy esperando el título”, dijo.

Añadió que la familia Mereles Sosa nunca se interesó ni ocupó el inmueble, pero ahora al ver que es un negocio interesante lo reclama como propio.

Por su parte, uno de integrantes de la familia Mereles, que pidió que no se publicara su nombre, expresó que son los legítimos dueños. “En 1991 nuestro padre, Gabriel Mereles (ya fallecido), compró las mejoras a su anterior ocupante, Juan Segovia”. Dijo que Meza se aprovechó de la confianza de la familia y solicitó en forma personal la titularidad del inmueble en cuestión.

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