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YGUAZÚ (Marti Bogado Villalba, corresponsal). El cacique de la comunidad Karanda’y, Jacinto Villalba, manifestó que de los sucesivos gobiernos nacionales nada recibieron. Indicó que el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) nunca se interesó de la situación de su pueblo.
“Queremos trabajar y producir, pero sin la orientación de técnicos que nos ayuden a cultivar y vender los productos nada podemos hacer”, expresó el líder aborigen.
Los pobladores no solo quieren aprender a producir la tierra para poder desarrollar la comunidad, sino una atención integral que les permita acceder a buen servicio de salud y caminos de todo tiempo. También infraestructura y rubros necesarios para que los niños y jóvenes se preparen para el futuro.
Villalba indicó que los nativos también anhelan estudiar una carrera universitaria para poder servir a su comunidad. En las condiciones actuales, ignorados por las autoridades nacionales, municipales y departamentales, están condenados a una vida miserable, señaló.
La comunidad está 15 kilómetros del centro urbano del municipio, a orillas del río Monday. Abarca un inmueble de 147 hectáreas y tiene 150 habitantes.
Los nativos tienen una escuela construida por una fundación china, que cuenta con 50 alumnos desde el primero al quinto grado. No tiene rubro para director, los niños no reciben merienda escolar y los kits escolares son insuficientes.
Tres docentes enseñan en la escuela, pero el director debe trabajar un turno en otra escuela para poder subsistir.
Hace apenas una semana, después de muchos reclamos, la Municipalidad procedió al perfilado de la calle de acceso al asentamiento, pero los caminos internos no fueron atendidos.
No tienen servicio de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), agua potable ni un puesto de salud. En casos de urgencia recurren al Centro de Salud del distrito, distante 15 kilómetros.
De acuerdo a lo expresado por el cacique Jacinto Villalba, la comunidad nunca recibió una visita de las autoridades departamentales y nacionales para interiorizarse de la realidad en que sobreviven los habitantes.
Hace poco –dentro de la campaña proselitista– recibieron la visita del senador Enrique González Quintana (Partido de la Juventud), quien les prometió víveres. Sin embargo, aún no llegaron, indicó Villalba.
Los vacunadores llegan periódicamente al lugar, pero otro tipo de atención no reciben, agregó.
Refirió que tanto adultos como jóvenes se ven obligados a buscar changas con los productores de la zona como medio de subsistencia, ya que no tienen otras alternativas para acceder a una vida digna a la que tienen derecho como cualquier otra persona.