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También pidió que en las colonias menonitas dejen de vender a los nativos bebidas alcohólicas, que destruyen vidas humanas y familias. COMUNIDAD DE PESEMPOO, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Aunque esta comunidad urbana logró importantes avances en su desarrollo, contando con casas de techo seguro, escuela, oficinas administrativas, clínica de salud, seguro médico privado, cancha de fútbol iluminada, un fondo comunitario que paga jubilación a los ancianos y 351 fuentes de trabajo fijo (de una población total de 1.236 personas), su líder Pelagio Cardozo manifestó preocupación mirando el futuro.
Reclamó que su actual propiedad de 220 hectáreas sea extendida y "que los hermanos menonitas les den una oportunidad de 10.000 a 15.000 Ha. en un lugar libre, teniendo en cuenta que los territorios ancestrales son los nuestros en este lugar, para que podamos comprar ganado y tener un tambo para brindar leche a Lácteos Trébol".
Venta de alcohol
Por otro lado, se lamentó señalando que "nuestros vecinos venden libremente las bebidas alcohólicas a nuestros hermanos. Existen leyes donde se prohíbe la venta a menores de edad, pero no se aplica en forma".
El líder indígena manifestó que cuando vinieron los pioneros menonitas a esta zona del Chaco "teníamos que tener una religión evangélica y ahora se cambió totalmente. Se está mostrando que tenemos que tener la botella en nuestras manos".
Culturas diferentes
Cardozo agregó que ante la ley todos son iguales, pero las culturas son diferentes y consumiendo alcohol "los latinos quieren divertirse y los blancos que son nuestros vecinos tienen también sus limitaciones. Sin embargo, el indígena tiene dos opciones: el alcohol va directamente a su cabeza y maltrata a su prójimo, se pelea, pega a su señora, o se cae en la vía pública y yuyales".
Pidió que abogados y jueces discutan la situación "para terminar eso. Me hace pensar siempre en Neuland, donde no se vende a los pueblos indígenas dentro de la ciudad, pero sí en Filadelfia y Loma Plata lo están haciendo".
Comisaría
Pesempoo tiene, como otras comunidades también, sus propios comisarios. Uno de ellos es Rubén Paredes (46), quien hace 21 años se desempeña ya como agente del orden.
Paredes comentó que actualmente un integrante de la comunidad está recluido en la comisaría propia, debido al consumo de bebidas alcohólicas.
Consultado al respecto, Jacobo Regier, de la junta comunal de vecinos de Neuland, confirmó que efectivamente existe un reglamento interno que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas a indígenas y si hay infracciones, el vendedor "tendrá problemas".
Preguntado si la comunidad nivaclé de Cayín O Clim, situada cerca del centro de Neuland, se salva del alcoholismo, señaló que para nada, porque las bebidas se las venden macateros, o bien se van ellos mismos en motocicleta a la localidad de Villa Choferes del Chaco, para comprar alcohol.
Reclamó que su actual propiedad de 220 hectáreas sea extendida y "que los hermanos menonitas les den una oportunidad de 10.000 a 15.000 Ha. en un lugar libre, teniendo en cuenta que los territorios ancestrales son los nuestros en este lugar, para que podamos comprar ganado y tener un tambo para brindar leche a Lácteos Trébol".
Venta de alcohol
Por otro lado, se lamentó señalando que "nuestros vecinos venden libremente las bebidas alcohólicas a nuestros hermanos. Existen leyes donde se prohíbe la venta a menores de edad, pero no se aplica en forma".
El líder indígena manifestó que cuando vinieron los pioneros menonitas a esta zona del Chaco "teníamos que tener una religión evangélica y ahora se cambió totalmente. Se está mostrando que tenemos que tener la botella en nuestras manos".
Culturas diferentes
Cardozo agregó que ante la ley todos son iguales, pero las culturas son diferentes y consumiendo alcohol "los latinos quieren divertirse y los blancos que son nuestros vecinos tienen también sus limitaciones. Sin embargo, el indígena tiene dos opciones: el alcohol va directamente a su cabeza y maltrata a su prójimo, se pelea, pega a su señora, o se cae en la vía pública y yuyales".
Pidió que abogados y jueces discutan la situación "para terminar eso. Me hace pensar siempre en Neuland, donde no se vende a los pueblos indígenas dentro de la ciudad, pero sí en Filadelfia y Loma Plata lo están haciendo".
Comisaría
Pesempoo tiene, como otras comunidades también, sus propios comisarios. Uno de ellos es Rubén Paredes (46), quien hace 21 años se desempeña ya como agente del orden.
Paredes comentó que actualmente un integrante de la comunidad está recluido en la comisaría propia, debido al consumo de bebidas alcohólicas.
Consultado al respecto, Jacobo Regier, de la junta comunal de vecinos de Neuland, confirmó que efectivamente existe un reglamento interno que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas a indígenas y si hay infracciones, el vendedor "tendrá problemas".
Preguntado si la comunidad nivaclé de Cayín O Clim, situada cerca del centro de Neuland, se salva del alcoholismo, señaló que para nada, porque las bebidas se las venden macateros, o bien se van ellos mismos en motocicleta a la localidad de Villa Choferes del Chaco, para comprar alcohol.