El grupo de nativos abandonó sus tierras, un predio de 1.873 hectáreas, localizado a 90 Km. aguas arriba de esta capital departamental, denominado Puerto María Elena.

La huida se debe a una disputa con un ganadero brasileño, quien tiene una propiedad de 2000 Ha. que linda con la de los indígenas y procedió a alambrarla prohibiendo a los nativos entrar a cazar o recolectar frutos en su propiedad.

Esta parcialidad aún sobrevive mediante la recolección de frutos silvestres y la caza de subsistencia, por lo que al no encontrar la forma de extender su lugar de búsqueda de comida, prefirió emigrar a poblaciones cercanas y vivir de la caridad de la gente, según sus propios líderes.

Sin embargo, alrededor de 20 familias continúan viviendo en forma precaria en la localidad de María Elena sobreviviendo de lo poco que pueden conseguir por los alrededores.

En esta comunidad chaqueña se encuentran asentados los indígenas de la parcialidad de los Chamacocos; sin embargo, no aceptan que los Tomaraho convivan con ellos debido a las diferencias culturales de ambos pueblos indígenas.

Los nativos se quejaron de la secretaría de Asuntos Indígenas de la Gobernación del Alto Paraguay, Zulma Franco, quien pertenece a la parcialidad indígena de los Chamacocos, ya que ella como nativa debería ser la más preocupada en solucionar estos inconvenientes que desde hace año tenemos que soportar, se lamentó uno de los aborígenes. Quisimos consultar con la misma, pero actualmente se encuentra por la capital del país.