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CORONEL OVIEDO (Carmen Colmán, de nuestra redacción regional). Según el acta de imputación, el hecho punible de exacción del cual se lo acusa se vendría cometiendo en forma sistemática desde el 2013 en el interior de la FCP-Unca, filial San Juan Nepomuceno, en el departamento de Caazapá.
El presunto autor sería el tesorero Teófilo Burgos, y en calidad de instigador el decano Jaime Torales Kennedy.
Según las denuncias y averiguaciones de la unidad especializada del Ministerio Público, los alumnos abonaban en concepto de matrícula la suma de G. 350.000 en 2013 y luego subió a G. 400.000. Como derecho a examen les cobraban G. 15.000.
Estos montos eran entregados sin expedir recibo alguno de parte de la institución educativa.
Asimismo, se realizaban descuentos compulsivos a los docentes en sus salarios, sin autorización de los mismos. El concepto era de cursos de posgrados que debieron darse pero que nunca se realizaron.
Los docentes eran obligados a abonar sumas de dinero para el pago de alquiler, energía eléctrica, servicio de agua potable y compra de insumos de la filial, porque –según refería el decano– no contaban con presupuesto; sin embargo, posteriormente se descubrió la existencia de una asignación de G. 1.600 millones anuales como presupuesto a la sede de San Juan Nepomuceno.
Entre otras cosas, los estudiantes también debían pagar G. 50.000 y los docentes G. 100.000 en concepto de un carné estudiantil que nunca llegó a las manos de quienes pagaron.
Todas estas supuestas recaudaciones ilegales eran depositadas a la cuenta corriente personal del tesorero Burgos, y no a una cuenta institucional, por supuesta orden de Torales Kennedy.
El decano respondió a las acusaciones diciendo que todo tiene una explicación y que los montos depositados a cuenta de Burgos posteriormente se trasladaban a la cuenta de la facultad.
Se excusó diciendo que utilizaban este sistema porque no existe una sucursal del banco en el cual la casa de estudios tiene su cuenta, en las localidades donde la facultad abrió filiales.
Tras darse a conocer la imputación, los alumnos y padres de familia de las filiales de Choré, San Juan Nepomuceno, Juan Manuel Frutos y Caaguazú, quienes se encuentran en vigilia desde hace varias semanas en la sede central de la facultad, se trasladaron hasta el rectorado, donde se manifestaron exigiendo la renuncia o destitución del decano.
En la fiscalía de Santa Rosa del Aguaray, San Estanislao, Caaguazú y Juan Manuel Frutos también existen denuncias de alumnos de esas filiales, quienes alegan todo tipo de irregularidades cometidas por el decano desde la creación de la facultad.