En Misión La Paz se terminó en gran parte el complejo fronterizo para Policía, migraciones y sanidad animal. La construcción de la aduana, un enorme edificio aparte, se encuentra estancada. Algunas fuentes revelaron que existe enorme presión política para no terminar este centro fronterizo ni habilitar el puente, sobre todo de parte del ex gobernador de Salta, Juan Carlos Romero.

Sin embargo, se anuncia la habilitación comercialmente del puente, con una breve ceremonia no protocolar y modesta. La inauguración oficial del puente, cuya construcción terminó en 1996 con una inversión de 1,8 millones de dólares, se pasó para septiembre próximo, coincidente con la inauguración de una parte de Puerto Murtinho, sobre el río Paraguay, lado brasileño. De allí, los brasileños quieren exportar carne a Chile, vía terrestre y a través de la Picada 500 y el puente Misión La Paz - Pozo Hondo.

Actualmente, el puente está cerrado a ambos lados. En el lado paraguayo el paso de vehículos maneja a su antojo el poblador Carlos Alvarez, según innumerables denuncias. Hasta los mismos efectivos de la Caballería estarían respondiendo a él. Si el país quiere tomar en serio este nuevo e importante paso fronterizo, debe instalar inmediatamente la infraestructura y funcionarios correspondientes.

La Picada 500 actualmente se encuentra destruida, convertida en gran parte en un largo talcal por el intenso tránsito de camiones. Existe también un incesante tráfico de palosanto, con grandes camiones triple eje y carrocería cerrada, llevando la madera a la capital del país sin ningún problema, con 2 millones de guaraníes de coima en cada puesto de control, según nuestras fuentes.

Pozo Hondo es un núcleo poblacional abandonado, sin movimiento, la población aquí no supera las 15 personas. Aparte de una oficina municipal y un pozo profundo con excelente agua potable, aquí no existe absolutamente nada. Un edifico aduanero vacío, ninguna oficina policial, ni de migraciones ni de Senacsa, ante la anunciada habilitación comercial del puente sobre el río Pilcomayo. Aunque aquí el puente será habilitado comercialmente, sin la construcción de la Picada 500, camino de acceso, este pueblo tiene contados sus días.

Próxima nota: Otro pedido internacional para la Picada 500.