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BELÉN, distrito de Tacuaras, Dpto. de Ñeembucú (Clide Martínez, corresponsal). Con la virtual desaparición del algodón como rubro de renta, en la búsqueda de cultivos alternativos los labriegos de este lugar optaron por plantar frutillas, que les han dado buenos resultados.
Para Emiliano Villordo, quien preside el comité 30 de Noviembre, el cultivo de frutilla es rentable, ya que cuenta con un buen mercado en Pilar, donde “casi el 95% de la población consume frutillas, lo que permite la comercialización a un buen precio”, según dijo.
Explicó que el trabajo se realiza de manera artesanal, por lo cual los productores requieren de mejor infraestructura, con media sombra y un sistema de riego. Agregó que a la calidad se debe sumar el volumen para lograr la rentabilidad y una comercialización eficaz.
Su organización la conforman unos 15 agricultores que cultivan miles de plantines de la jugosa fruta.
Villordo dijo que los técnicos deben estar en las fincas de los agricultores y no solamente en las oficinas.
Otra integrante del comité de productores es Daniela Ramírez, quien refirió que gracias a la producción de frutillas lograron salvar la crisis que afectó a la agricultura por la crecida de ríos y esteros, además de por las lluvias continuas de hace algunos meses.
Relató que desde hace 9 años trabaja con su marido Fermín Benítez y sus hijos para lograr los mejores resultados en este rubro.