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CAPIATÁ (Antonia Delvalle C., corresponsal). Varias son las denuncias que el senador Derlis Osorio (ANR), junto a seis colaboradores, busca acallar con una querella por difamación, calumnia e injuria presentada contra el director del semanario Virgen de la Candelaria y párroco de esta ciudad, presbítero José María Velasco. Una de ellas tiene relación con los dulces comprados durante su gestión como ministro de Justicia y Trabajo, que los presos “ni olieron”.
En 2008, el entonces secretario general del Ministerio de Justicia y Trabajo, Néstor Stelatto Mojoli, denunció que mediante una sola resolución, la 552/08 del 9 julio de 2008, se compraron dulce de leche por más de G. 161 millones, dulce de guayaba por más de G. 176 millones y dulce de batata por más de G. 37 millones.
En la misma resolución, el entonces ministro Osorio también autorizó la compra de anís por más de G. 124 millones. Mojoli destacó que en el mismo documento, el hoy senador ordenó la compra de “yogur chico por casi G. 3 millones, además de manzanas y naranjas, productos que nunca ingresaron a la cárcel. “No llegó ni el olor”, indicó entonces Mojoli.
Otra compra fue de fiambres, por más de G. 600.000 y manteca por casi G. 3 millones. Mojoli denunció además que las compras son llamativas, que no existen rastros de que esos productos hayan sido utilizados, por lo que presumió que los mismos pudieron no haber sido adquiridos.
Por otro lado, Mojoli denunció un faltante de G. 460 millones en combustible, entre el 16 y 20 de abril de 2008, coincidentemente en época de las elecciones generales en Paraguay.
Otras adquisiciones durante la gestión de Osorio fueron 900 latas de cera, sin que el Misterio cuente con máquina enceradora, pastillas de perfumes para inodoros, gran cantidad de productos para lustrar muebles y computadoras, así como decenas de martillos. Además, dejaron vencer unas 1.500 tabletas de pastillas de Diaxin (antidiarreico) y se halló una buena partida de Dralen (para enfermedades de la piel) en el depósito del MJT, mientras los presos padecían todo tipo de carencia en la sanidad.
Tras las publicaciones, Osorio argumentó que los dulces eran para tres hogares de menores (María Reina, Centro Educativo Virgen de Fátima y Nuestra Señora Guadalupe) y no para los reclusos. Indicó que del total presupuestado solo fue comprado máximo el 10%.
Pero Mojoli basó su denuncia en lo ejecutado y, además, en los hogares había en ese entonces máximo 30 menores.
Osorio también exhibió un resumen del consumo del carburante desde julio de 2007 hasta junio de 2008. Según las denuncias, del 14 al 20 de abril, se gastaron G. 460 millones en gasoíl, pero en el informe de Osorio figuran G. 5.316.000 de gastos en esos días.
Esta y otras denuncias nunca fueron investigadas por el Ministerio Público para que el exministro y actual senador pueda deslindar responsabilidades.