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ACAHAY (Emilce Ramírez, de nuestra redacción regional). En la tarde del 5 de noviembre de 1998, un fuerte estruendo y movimiento de tierra se había sentido en algunos sectores de Carapeguá y esta ciudad. En aquella ocasión, parte del cerro Acahay, declarado Monumento Natural “Macizo Acahay”, por Decreto Nº 13682 del 29 de mayo de 1992, se hundió y hubo desprendimiento de piedras y árboles.
Este recurso natural mide 570 metros de altura y está ubicado en el departamento de Paraguarí.
Después de aquel evento “natural”, el cerro registró una fractura vertical de 180 grados y una inclinación de 70 grados hacia el oeste, según había explicado el geólogo Lic. Darío Gómez Duarte, entonces director de Recursos Minerales del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
El viernes último, algunas familias que viven en la ladera del cerro sintieron también un estruendo y un temblor, cerca de las 09:00, fenómeno que alcanzó a los distritos de Paraguarí, Carapeguá, San Roque, Quiindy, Acahay y Ybycuí.
Estos municipios prácticamente bordean el cerro y están distantes entre 25 y 30 kilómetros del referido cerro.
Aunque las autoridades de Sismología aseguran que hubo un temblor de 2,5 grados de la escala de Richter y que se originó a 18 kilómetros al suroeste de Carapeguá en las cercanías lago Ypoá, esta versión no convence a los pobladores del barrio Virgen de Fátima, en la ladera del cerro.
Los lugareños consideran que puede ser que esta vez el agrietamiento de la tierra haya seguido el curso de abertura que se había originado en 1998 por lo que urge realizar en la zona una investigación profunda de que ocurrió aquella vez y esta semana en el sector.
En 1998 habían llegado a inspeccionar el lugar, funcionarios de la entonces Dirección de Ordenamiento Ambiental (DOA), de la Dirección de Recursos Minerales del MOPC y de la Fiscalía General.
La comitiva había sido integrada por el Ing. Carlos Burgos, de la DOA; Lic. Walter Nietto, de la Fiscalía del Medio Ambiente; Ing. Flor Fretes, de la Secretaría del Medio Ambiente de la Gobernación de Paraguarí; Angel Spinzzi, geólogo del MOPC; Wilfrido Sosa, biólogo y jefe del Área Protegida.
Gómez Duarte, había explicado que el deslizamiento y hundimiento del cerro es un fenómeno natural producido por el movimiento de una parte del terreno que se encuentra sobre otra superficie resbaladiza y frecuentemente empapada de agua. Dijo que existen varios motivos que contribuyen para que un desprendimiento del cerro ocurra, como intensas lluvias, las pendientes pronunciadas, existencia de mineral no consolidado sobre un macizo rocoso impermeable o poco permeable y las características estructurales del terreno.
En aquel entonces, Agustina Colmán, pobladora de la zona, había manifestado que fue afectada por el hundimiento del piso y agrietamiento de las paredes de su casa.
Desde aquella vez, los técnicos representantes de las diferentes instituciones públicas acordaron venir a realizar un estudio profundo del lugar para delimitar las áreas de riesgo y verificar si similar fenómeno está afectando a otro cerro del lugar y si podría repetirse el evento, pero hasta ahora no se hizo.
Misterioso humo
Un hecho que llamó la atención en 2007 fue también que una parte del cerro comenzó a despedir humo, y nadie se explicaba el porqué de dichas manifestaciones naturales. Hasta el lugar habían llegado agentes del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Carapeguá que por varios días se instalaron en los alrededores para ir apagando la humareda que se registraba en diferentes puntos. Nadie supo explicar qué fue lo que ocurrió en ese entonces.
Ningún daño
El sismo registrado el viernes no afectó seriamente a ninguna estructura edilicia. Según la Policía Nacional, apenas una pequeña fisura en el puente de cemento que une Carapeguá con Nueva Italia y el desmoronamiento de una pequeña pasarela en la compañía Tajy Loma. A pesar de ello, las familias de la zona vivieron momentos de zozobra por la intensidad del movimiento, según los testimonios.