Familias de San Cosme son evacuadas por inundación

Unas sesenta familias ribereñas e isleñas se vieron obligadas a abandonar sus casas porque quedaron inundadas debido a la crecida del caudal del río Paraná. Las intensas lluvias que caen en toda la región desde hace días provocaron el desborde del citado afluente y de arroyos.

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ATINGY, distrito de San Cosme y Damián, Itapúa (De nuestra redacción regional). Los evacuados son de Puerto Carrizal, un pequeño caserío de pescadores ubicado sobre la margen derecha del río Paraná, y de la isla San Pablo, situada a unos 800 metros de aquel lugar. Esos sitios están a unos 3.000 metros aguas abajo del vertedero Aña Cua, de la represa binacional Yacyretá.

Los afectados se asentaron con sus carpas en un descampado, a unos 3 kilómetros de la ribera, en el perímetro de la compañía Atingy de la ciudad de San Cosme y Damián.

La presidenta de la comisión vecinal de Puerto Carrizal, Ilde Bogado, manifestó: “Estamos en forma muy precaria, pero por lo menos fuimos atendidos por la Gobernación de Itapúa, que nos facilitó alimentos, colchones, y envió el móvil de salud para la atención sanitaria”.

Agregó que la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) les proveyó de carpas de hule, pero que no resisten el viento fuerte y se rompen pronto, por lo que necesitan chapas de zinc.

Son un poco más de 100 personas de los citados sectores las que están alojadas en forma precaria en dicho descampado, bajo carpas, entre ellas niños, que superan el 50 por ciento del total de damnificados. El sitio es azotado por fuertes vientos y la baja temperatura. Por las noches se hace difícil dormir por causa del frío, que se cuela por todos lados, dijo uno de los evacuados.

Ajenos a la crítica situación, un grupo de niños se ingenia para jugar al fútbol mientras el resto de la población forma círculos alrededor de alguna fogata, y otros se dirigen al río a bordo de sus canoas a desarrollar la única actividad que tienen para subsistir, la pesca.

Cíclico

El año pasado, también en el mes de julio, una crecida del río obligó a los pobladores a abandonar sus viviendas por todo un mes, tiempo que duró la inundación. Esto ocurre prácticamente todos los años, señaló la citada dirigente de barrio, Ilde Bogado.

Añadió que los pobladores afectados esperan de algún organismo del Estado, incluyendo a la EBY, un plan que les permita resolver definitivamente sus problemas. “Lamentablemente nadie nos informa si somos afectados por la EBY o no, si vamos a ser reubicados o no. En una oportunidad nos hablaron de la posibilidad de que nos construyan una vivienda a través de la Secretaría de Acción Social, pero nunca se concretó, dijo.

Refirió que debido a que residen en zona de influencia del vertedero Aña Cua de Yacyretá “estamos en una zona crítica” de las crecidas. 

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