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Las planteras y mesas redondas con butacas llevan la delantera en cuanto a preferencia de los compradores. Les siguen las hermosas "grutas" fabricadas con el mismo sistema. Ultimamente, los artesanos tienen también varios pedidos de cántaros, según ellos mismos mencionaron.
La particularidad de los productos radica en su resistencia a los golpes, son estéticamente fabricados y no se descomponen en la intemperie. Por esa razón, los compradores, por ejemplo, optan por la sustitución de las tradicionales mesas redondas de piedra o madera por los trabajos artesanales de esta zona.
Los citados artesanos viven en la compañía Mbatovi Santo Tomás, poblado que dista menos de 5 km del microcentro de esta capital departamental.
Claudio Torres, uno de los conocidos trabajadores del ramo, nos comentó que parte de los materiales (canto rodado) consiguen gratis, pues abunda en las periferias de la comunidad. No así el cemento, que últimamente escasea y su precio "está por el aire".
Por su parte, Rufina Torres, otra artesana en la referida fabricación, dijo que "sai saípe" (poco a poco) venden sus productos, pero en forma permanente, y eso le sirve para mantener el hogar y dar de comer a sus hijos.
Torres también mencionó que le gustaría que gente de otras ciudades visiten la "exposición permanente" que tiene al costado de la ruta. Argumentó que "los visitantes casi nunca dejan de comprar" los productos.