De este negocio no solo comen los propietarios de las miniempresas. Están también las personas que se dedican a la fabricación de palos para escoba. Los comercios reciben también beneficios porque los fabricantes compran de allí alambres finos, clavos e hilos de plástico, en fin, toda una cadena productiva que necesita apoyo.

Los fabricantes de escobas de sorgo se quejan porque muchas amas de casa prefieren las escobas de plástico de origen brasileño, pero no pueden dar una explicación por qué prefieren las foráneas. Los precios son iguales en algunos casos, pero en cuanto a resistencia y utilidad, el producto nacional está muy por encima del importado.

Además, los productores dicen que los grandes supermercados de la capital y el área metropolitana ni siquiera tienen en exhibición el producto nacional y el comprador posiblemente no tiene opción más que comprar la escoba de plástico. En ese sentido, los trabajadores del ramo pidieron atención especial de los grandes comerciantes.

Los miniempresarios de la escoba consignan que en este momento la población necesita de ayuda y no hay nada mejor que apoyar la producción nacional. Los fabricantes no se quejan de la falta de mercado, pero consideran que a mayor consumo del producto nacional, mayor fuente de ocupación se dará a los muchos desempleados.

En el 9º departamento, este año se redujo en forma considerable la extensión de plantío de sorgo escoba, lo que significa que faltará materia prima en los próximos meses. Pese al buen precio de la principal materia prima, que hoy se cotiza a G 3.000 el kilo, los sembradíos fueron sustituidos por plantaciones de algodón, afirmaron los escoberos.


CONOCIDOS FABRICANTES

Los hermanos Juan y Porfirio Vega son conocidos fabricantes de escoba de la compañía Ñuatí Calle. La pequeña empresa de producción se halla en el Km. 60,2 de la Ruta I. Allí, entre familiares y vecinos, emplean a 8 personas, casi en forma permanente. En óptimas condiciones de trabajo y de acuerdo a pedidos llegan a fabricar hasta 240 escobas por día.

Señalaron que la familia Vega se dedica al rubro desde hace más de 25 años y que compran materia prima de la zona de Sapucai y Caballero. Reciben también el material de productores de la zona de Itapúa y Santaní. De acuerdo al pedido, fabrican escobas de primera calidad. "De lo contrario, hacemos el común, que cuesta muy barato, desde G, 3.500", expresó Porfirio.

La familia Vega, aparte de comprar materia prima de los agricultores, tiene su propia plantación. En ese sentido, agradeció el gesto de la Gobernación departamental, que el año pasado les cedió un tractor para preparar el terreno para el cultivo.