Enfermos sobreviven de la caridad en el albergue del Hospital Nacional

Son unas 150 personas, entre pacientes y familiares, llegaron buscando sanación de diferentes puntos del país. Conforman una comunidad de enfermos que sobrevive de la caridad y los escasos recursos del Hospital Nacional de Itauguá. Son gente de extrema pobreza y necesitan medicamentos, alimentos y abrigos.

Cargando...

ITAUGUA (Antonia Delvallle Castillo, corresponsal). Actualmente el albergue del Hospital Nacional aloja a más de 50 pacientes, más sus familiares (entre dos a cuatro acompañantes); con esto la cantidad de “inquilinos” del lugar llegaría a unas 150 personas. El centro asistencial, pese a que no cuenta con recursos exclusivos y suficientes para sostener el local, les brinda alimentación mínima diaria a estos pacientes especiales y se ocupa de otorgarles comodidades.

Por ser el único hospital de alta complejidad del país, los enfermos provienen de todos los departamentos, de recónditas localidades del Chaco, de la zona de Concepción, San Pedro, Caaguazú y hasta de sitios con mayor infraestructura sanitaria como Itapúa y Alto Paraná, Central y de la capital del país, Asunción.

Aquellos que se alojan en el albergue son pacientes que deben seguir un tratamiento, que por la lejanía de su domicilio podría ser interrumpido así como por carecer de escasos recursos para volver. Si bien los familiares deben correr con los gastos de estadía (alimento, medicamentos y otros como de limpieza), la mayoría de estos son absorbidos por el Hospital Nacional justamente porque el 90% de los que llegan ni para el pasaje de vuelta a su hogar tienen.

Cuando el nosocomio no puede proveerles de algún alimento especial, que para su mejor recuperación el paciente debe ingerir, así como medicamentos y otros, muchas veces los mismos médicos hacen su aporte voluntario. Así también apelan a la generosidad de gente caritativa y a empresas farmacéuticas, pero aún así hay muchas necesidades que siguen insatisfechas.


ALGUNOS CASOS

Lariza De Jesús (22 años) padece de un problema de columna, su hermano Luciano (15 años) tiene artritis reumatoide juvenil. Ambos deben seguir tratamiento y para ello deben quedarse hasta mayo, según explicaron sus padres Blanca Rosa Goiris y Arnaldo Paredes, quienes se vieron obligados a dejar sus cultivos para acompañar a sus hijos.

Sara Vigo (21 años) vino de Encarnación, vive en el albergue desde hace siete meses porque los martes, jueves y sábado debe someterse a diálisis para poder seguir viviendo. A ella le acompaña su bebito de siete meses, Ramón Isaías, quien nació en forma prematura justamente por el problema de su madre. "No tengo otra opción, porque en Encarnación hasta ahora no tenemos para dializarnos los enfermos renales", dijo.

Eulalia Bogado y su hijo Cristian David, de Repatriación (Caaguazú), están alojados desde diciembre en el albergue. El pequeño de 10 años está postrado en la cama a raíz de una bala que se le alojó en el cerebro, y fue derivado hasta el Nacional luego de ser intervenido quirúrgicamente en Emergencias Médicas porque el menor por mucho tiempo va a necesitar asistencia médica y esto no será posible si retorna a su domicilio.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...