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Desde muy temprano, las familias venían llegando hasta el local cubierto de plantas y árboles que ofrecían agradable sombra. Además, un cristalino arroyo riega el patio de la entidad, que ayer comenzó la temporada de una gran variedad de actividades que se preparan para este año.
Delicias tradicionales Los platos tradicionales que degustaron los misionenses son asado a la estaca, chorizo misionero, siriki, batiburrillo, sopa paraguaya y chastaca, esta última se elabora con carne seca. Los comensales trasladaron un pedazo de misiones a Ñemby. Son los integrantes del Centro Cultural y Social Sanjuanino de Residentes en Asunción.
Apertura
“Esta es nuestra fiesta de apertura de actividades en nuestro centro, y la idea principal es pasar en familia un momento de distracción y recordar anécdotas y travesuras de la infancia, porque hoy trasladamos un pedazo de nuestro terruño a Ñemby”, expresó el presidente del gremio, Luis Zarza.
Programa del año
Entre las actividades que preparan hay jornadas deportivas en lo que resta del año, la fiesta de San Juan, peñas los domingos, y la clausura será el festejo aniversario, en setiembre. La entidad cuenta con dos canchas de fútbol y polideportivo. Además, posee un amplio patio arbolado para disfrutar a pleno de la naturaleza.
El titular del centro sanjuanino comentó, asimismo, que cuentan actualmente con 200 socios, y la idea es llegar a los 400, e invitó a sus compueblanos diseminados en los diferentes distritos a llegar hasta el local.
Invitación
“Esperamos que los misioneros lleguen hasta nuestro local, porque queremos seguir sumando, para que nos podamos reunir y pasar momentos agradables en familia, y además integrarnos más entre los compueblanos”, expresó Zarza.
Un poco de historia
Recordó Líder Riveros, integrante de la entidad, que el Centro Cultural y Social Sanjuanino de Residentes en Asunción fue conformado el 26 de setiembre de 1965, y que desde aquel entonces tiene lugar el tradicional encuentro.
Rememoró también cómo se conformó la nucleación. “Fueron diez las personas que trabajaron mucho y a pulmón, de a pie, con sus carpetas bajo el brazo, con el objetivo de crear un espacio donde pueda revivirse la ‘patria chica’. Gracias a ellos hoy tenemos la oportunidad de reunirnos, confraternizar, pasar agradables momentos, y disfrutar de nuestro menú autóctono, como el chorizo misionero, la chastaca y el siriki”.