Cargando...
LIMA, San Pedro (Omar Acosta, corresponsal). El aula dañada es utilizada por alumnos del octavo grado del colegio Nacional San Isidro Labrador, que tras los días santos se vieron obligados a dar clases bajo árboles. La institución cuenta con unos 80 alumnos.
La directora del colegio, licenciada Anselma Romero, señaló que el sábado un grupo de albañiles trató de colocar canaletas en el alero, momento en el que se vino abajo totalmente el corredor. “Por suerte, no fue en día de clases, porque ahí dan clases”, expresó.
La docente explicó que recibieron la autorización de la Municipalidad para ocupar la sala de clases desde el año pasado.
La institución cuenta con otras dos aulas de madera muy precarias, que sirven para los alumnos del séptimo y noveno grados. Con el derrumbe quedan sin aulas los alumnos del octavo grado, lamentó.
La intendenta, Élida Sosa de Franco (ANR), dijo que la obra demandó G. 70 millones, incluidos muebles. La construcción del aula estuvo a cargo del arquitecto Ramón Gaona, de Asunción, que ganó una licitación, indicó.
Explicó que el año pasado ya se entregó la obra. Sin embargo, la Contraloría General de la República (CGR) detectó que faltaron algunos detalles, como pinturas y canaletas, que estaban completando, dijo. Agregó que la empresa se encargará de la reconstrucción.
En un informe de la CGR sobre la ejecución de programas del Fonacide por la Municipalidad de Lima, se señala que se observó menor cantidad de obras realmente ejecutadas y pagadas. Entre las irregularidades precisamente figura la deficiente construcción del aula que sufrió un derrumbe.
Las irregularidades fueron observadas en otras dos aulas, según la Contraloría General de la República.
Sobrecostos en obras
Un informe de la CGR indica que la edificación del aula del Colegio Nacional San Isidro Labrador, cuya galería se desplomó el sábado, tuvo un sobrecosto de G. 9.499.860. También menciona que se pagaron G. 12 millones más por baños construidos en la escuela básica Nº 2275 “Perpetuo Socorro Costa Pucú Nº 1”. La Municipalidad limeña presenta modificaciones en más o en menos de los precios unitarios del contrato original a través de la presentación de dos certificados pagados, indica el reporte.