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Aquino alegó que fue engañada por una escribana pública de esta localidad, quien supuestamente aprovechándose de su condición de analfabeta, le hizo firmar un documento en el que ella se declara arrendataria de su propia casa.
En el título de propiedad exhibido por la señora Aquino se puede constatar que la misma reside en el lugar del conflicto. “Todos los vecinos pueden atestiguar que mi defendida vive en dicha vivienda desde el año 1993”, sostuvo la abogada que asesora a la mujer, Rosa Ayala.
Sin embargo, la letrada mencionó que la propiedad donde vive su defendida era terreno fiscal y que en el año 2008 la Municipalidad procedió a vender el terreno a la que hoy dice ser la propietaria.
La abogada sostiene que desde entonces se cometieron varias irregularidades, debido a que los terrenos fiscales cedidos al municipio solo deben contar con una extensión de 20 x 40 metros cuadrados, según resolución de la propia institución; sin embargo, el lugar cuenta con el doble de la dimensión.
Marciana Alarcón, supuesta dueña de la propiedad en conflicto, dijo sentirse sorprendida por la actitud de Eugenia Aquino: “En cada charla, ella siempre me agradecía por dejarla estar en la propiedad y que la dejaría cuando yo le pidiese”.
La escribana Blanca Sánchez, por su parte, negó la acusación de engaño y presentará una querella por difamación y calumnia contra Aquino.