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ENCARNACIÓN (De nuestra redacción regional). Los feriantes ocupan el paseo central los jueves y viernes. El resto de la semana el lugar está prácticamente desocupado, salvo uno o dos puestos de venta de verduras y algunos locales de venta de remedios yuyos que están en forma permanente.
La feria de la avenida Japón ocupa el paseo central de esta arteria a lo largo de una cuadra, entre las calles Gral. Gamarra e Iturbe. Tiene más de 20 años y es producto de una iniciativa de la Gobernación de Itapúa.
Los vecinos se muestran molestos porque en el lugar se preparan alimentos, se lavan utensilios en la vía pública, se arroja agua servida al pavimento y en general se observa un aspecto de suciedad y precariedad.
Los pobladores de la cuadra ubicada frente a la feria presentaron una nota en la Municipalidad local en la que exponen el problema y piden el traslado de los puestos de venta a la feria municipal.
“Entendemos que son gente trabajadora, que vienen a vender sus productos, no queremos que se nos vea como que nos oponemos a que la gente se gane la vida con su trabajo. Sin embargo, también queremos que las autoridades y los feriantes entiendan que tenemos derecho a vivir en un lugar limpio, ordenado, sin polución ambiental y sonora”, sostuvo un vecino.
La directora de planificación de la Comuna, Arq. Edith Páez de Moreno, señaló que para el jueves próximo tiene prevista una reunión con los feriantes para la búsqueda de alguna solución al problema.
Los feriantes, sin embargo, se niegan a salir del lugar. Argumentan que en el sitio ya tienen su clientela formada, espacio para exhibir sus productos y un área para estacionamiento, además mucha gente de paso hace sus compras.
Sabino López, productor de Paso Guembe, distrito de Trinidad, dijo que el espacio que se les destinó en la feria municipal es muy reducido y no tiene acceso para compradores. “Vamos a estar perdidos y no vamos a vender nada” acotó.
“Si no vendemos nada, qué vamos a hacer, cómo vamos a mantener a nuestras familias”, cuestionó.
Otra de las vendedoras, Amalia López, de Puerto Trinidad del distrito de Nueva Alborada, dijo que los vecinos se quejan sin motivo “porque cada vez que volvemos a nuestras casas dejamos limpio el lugar”.