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Marecos advirtió que solicitarán el cierre de todas aquellas que no se ajusten a los requerimientos de la Seam, según las leyes ambientales.
La Municipalidad facilitó la nómina de 26 curtiembres que operan en la ciudad y que serán fiscalizadas. A eso se suman cinco frigoríficos, cinco mataderos y una mini industria cañera y una aceitera, que también será inspeccionados.
La Seam realizó la intervención a raíz de denuncias de vecinos de los barrios San Blas, San José y Virgen del Carmen. Los lugareños se quejaron del fétido olor que a diario soportan, que no solo es producto de los restos cárnicos generados por las curtiembres y mataderos, sino del cromo y tanino que utilizan.
Durante la intervención se constató la falta de planta de tratamiento y que los efluentes son arrojados al arroyo Capilla. No existe control del uso de los tóxicos contaminantes (cromo y tanino) y los propietarios no cuentan con medidas de mitigación ambiental.
Asimismo, varias empresas trabajan sin licencia ambiental, no tienen medidas de protección contra incendios y todos los operarios trabajan en situación insalubre, según refirió el técnico de la Seam.