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En ese episodio de la Guerra Grande, 1.600 niños, mujeres y ancianos enfrentaron a 20.000 hombres de las tropas aliadas: Brasil, Argentina y Uruguay.
La actividad tuvo una multitudinaria concurrencia. El programa de recordación se inició a las 08:00 en la Plaza de los Héroes con un acto cívico, donde fueron presentados números artísticos por las instituciones educativas de la comunidad y se depositó una corona de laureles en el monolito en honor a los caídos.
Las escuelas en su mayoría llevan nombres de los héroes de aquella batalla, como Maestro Fermín López, quien dirigió a sus alumnos para enfrentar a las tropas enemigas; y el Teniente Coronel Pedro Pablo Caballero, comandante del regimiento, quien luego murió descuartizado frente a su familia por no aceptar la rendición.