Emergencia para “tomar acciones inmediatas”

En agosto del 2012 aparecieron peces muertos en la zona de Areguá. Los canoeros de la zona comunicaron a las autoridades y se inició una serie de análisis del agua para verificar la situación en la que se encontraban. Días después se confirmó lo peor: tras años de sufrir descargas contaminantes, el lago Ypacaraí entró en un proceso cíclico de aparición de cianobacterias, altamente peligrosas.

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Además, se detectó la aparición de un nuevo tipo de cianobacteria denominada “Cylindrospermopsis raciborskii”, frente a la cual no se disponen de mecanismos de mitigación de impacto. El 24 de setiembre de 2012, el Ministerio de Salud inhabilitó el lago para usos recreativos y prohibió el consumo de pescados del lugar.

En enero de 2012, la contaminación llegó a su punto culminante cuando el lago se tiñó de un color verde y comenzó a despedir un olor fétido, que afectó principalmente a los pobladores de las ciudades de Areguá y San Bernardino. A raíz de esa situación, el entonces presidente de la República, Federico Franco, declaró emergencia en el lago Ypacaraí, con el objetivo de “tomar acciones inmediatas” para lograr su recuperación. Luego de tres años, dos de los cuales ya bajo el mandato de Horacio Cartes (ANR), la condición del espejo de agua empeoró.

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