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COMUNIDAD CAMPO ALEGRE, Dpto. de Boquerón (Marvin Duerksen, enviado especial). Continúan las denuncias contra las obras paralizadas y deficientes del Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa) en el Chaco. Los nativos nivaclé indicaron que los tajamares no retienen agua y varias obras complementarias no se realizaron. Esta comunidad está 70 km al sur de Filadelfia, cuenta con 11 aldeas y 1.922 habitantes.
Hace un año y medio el Senasa prometió beneficiar a dos aldeas (Colonia 2 y 10) con un tajamar, tanque elevado para agua, molino de viento, 13 kilómetros de red de cañería y letrinas para unas 106 casas o familias. Sin embargo, solo construyeron dos grandes tajamares, que resultaron ser inservibles porque fueron ubicados en suelo arenoso.
Si llueve, el tajamar de la Colonia 2 filtra el agua en pocos días y el otro solo retiene agua por un mes. En tanto que todas las obras adicionales no fueron construidas.
Para el proyecto fueron presupuestados unos G. 650 millones (Colonia 2) y G. 425 millones (Colonia 10), pero no culminaron.
El líder de Campo Alegre, Feliciano Díaz, manifestó que los trabajos fueron ejecutados sin ningún criterio técnico. Para proveer a estas dos aldeas con agua, los nivaclé, con ayuda de la Gobernación de Boquerón, construyeron otro tajamar, que en esta etapa de sequía les provee el vital líquido. En esta obra los indígenas invirtieron solo unos G. 6 millones de sus recursos propios.
El coordinador de la Unidad Ejecutora del Senasa, Ing. Luis Fernando Acuña, admitió las falencias de los tajamares y prometió que en dos meses se ejecutarán mejoras en el sitio para que funcionen.