Cargando...
Roberto Franco demandó a la corresponsal de este diario en Cordillera por redactar notas en las que se critica su administración. El político colorado presentó una querella autónoma contra la periodista Desiré Cabrera en la que manifiesta que, como intendente municipal, ha sido calumniado, difamado e injuriado sin misericordia por la hoy querellada.
Por ello, agrega, solicita una indemnización de G. 1.000 millones como composición por el supuesto daño a su reputación de hombre público.
Franco ya había tratado de intimidar a nuestra colaboradora meses atrás, al amenazarla con una demanda, para que, según sus palabras, “aprenda a escribir”.
El intendente se había molestado porque se publicaron críticas sobre su nula acción frente a la administración comunal, conocida por todos los pobladores de la ciudad. Esto se demuestra con el lamentable estado en que se encuentran las calles y avenidas del área urbana y más aún los caminos vecinales de la jurisdicción.
En sus cuatro años de mandato, Franco no ha realizado obra alguna de importancia y ni siquiera ha podido concretar la reparación de calles y una eficiente recolección de basura.
Franco es conocido por su gran verborragia y su falta de acciones a favor de la localidad. Es por ello que cada vez que se acercan las festividades marianas pide auxilio al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para que cierre baches en las arterias y haga arreglos de caminos alternativos y del microcentro de Caacupé.
Mucho dinero
La excusa del intendente Franco es la falta de recursos y el alto costo de las obras viales. Sin embargo, según la página web del Ministerio de Hacienda, la Municipalidad de Caacupé recibió G. 4.473 millones en concepto de royalties, Fonacide y otros recursos en el ejercicio fiscal 2013. Además, desde enero hasta junio de este año ya recibió más de G. 955 millones, solo en concepto de royalties.
A las citadas sumas hay que agregar los ingresos propios de la municipalidad por el cobro de impuestos, tales como el inmobiliario, que tuvo un aumento de casi el 90%, por patentes municipales y habilitación de vehículos, entre otros.
Destrucción de calles
Faltando dos días para el inicio del novenario de la Virgen de Caacupé, Franco mandó desmontar y destruir la calle peatonal Carlos Morphi, desde Boquerón hasta la avenida Concepción, situada al costado del Santuario.
La arteria en cuestión se encontraba en excelentes condiciones, con baldosones de cemento, y había sido construida hace unos diez años durante la gestión del intendente Eliseo Aquino (ANR), que convirtió el área en un sitio de ventas para artesanos.
Hoy dicha vía está convertida en una calle enripiada por la cual no se puede transitar. Antes pasaban por ahí los fieles en forma masiva, también los buses, para llegar a la céntrica basílica.
Pero fue destruida sin motivo, con la excusa de que ello forma parte del proyecto para la reubicación de los vendedores en casillas cuya construcción, junto con sus accesorios (pisos y otros), tuvo un costo de ¡G. 1.600 millones!, una cifra sobrefacturada según la concejala Dina Marchuk (ANR).
Por otro lado, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) realizó intensos trabajos de pavimentación, reparación, empedrados y señalización de caminos alternativos para ingresar y salir de la ciudad de Caacupé sin la necesidad de atravesar todo el casco urbano, a pedido del intendente local, que alegó no contar con presupuesto y teniendo en cuenta la masiva presencia de personas con motivo de la fiesta religiosa del 8 de diciembre.
Los trabajos se realizaron en el tramo Cabañas-Caacupé (Km 48, ), donde se realizaron 6 km de trabajos de carpeta asfáltica. En el tramo Ruta II -Km 55- (Tobatí-Calle Morphi), las tareas fueron de regularización asfáltica, entre otros.