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Los marinos paraguayos, para evitar que los barcos cayeran en poder de los enemigos, decidieron incendiarlos y hundirlos en el río Yhaguy. Recién, luego de cien años fueron rescatados por las autoridades nacionales. También en el lugar se encuentra un abandonado hotel, con 20 habitaciones, comedor, cafetería, recepción, pileta y parque infantil.
El lugar es visitado no solo por los que desean conocer la historia de aquella memorable contienda o los que se refugian en la tranquilidad del hotel, sino también por aquellos amantes de la pesca.
Sin embargo, el sitio se encuentra en un lamentable estado de abandono por parte de la Secretaría Nacional de Turismo, institución encargada de la administración del lugar. Actualmente, el hotel cuenta con cuatro empleados, con un salario de apenas G. 500.000, que deben encargarse de su mantenimiento. Inclusive, hace un año el servicio de teléfono fue cancelado por falta de pago.
Sobre todo el hotel precisa de un refaccionamiento total para poder brindar un servicio adecuado a los visitantes. Lo recaudado en concepto de hospedaje es transferido directamente a la Senatur, de donde ya no vuelve. El costo de un hospedaje por pareja con desayuno incluido es de G. 100.000.
El intendente de la localidad, Ing. Agr. Mariano Franco (ANR), comentó que a inicios de su administración recurrió al presidente de la República, Luis Angel González Macchi, para tratar de conseguir que la administración del recurso histórico-turístico pasara a la comuna.
Sin embargo, a pesar de las promesas del ejecutivo nacional y del mismo Hugo Galli Romañach, ministro de Turismo, no hubo avances, especialmente debido al visible desinterés de este último.
El jefe comunal asegura que si la comuna se encarga de explotar el sitio se convertiría en un verdadero pulmón de la economía del distrito, ya que lo convertirían en un ineludible sitio turístico del país. Comentó que el lugar incluso figura como uno de los puntos del circuito turístico proyectado por los intendentes de los diferentes distritos de La Cordillera, pero en las condiciones en que está ahora es muy difícil promocionarlo, pues los visitantes pueden retirarse decepcionados del lugar.