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CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Mons. Claudio Giménez, obispo de la diócesis local, expresó que el daño causado al retablo del santuario nacional de Ñandejára Guasu de Piribebuy pudo haberse evitado adjudicando el trabajo a expertos desde el principio. La restauración estuvieron a cargo del Arq. Luis Pereira Javaloyes, en 1999.
Mons. Giménez explicó que la Iglesia gestionó la ayuda del Gobierno español para el comisionamiento de especialistas al país a fin de reparar los daños al retablo.
En el 2003, el arquitecto español José Antonio Buses, del Instituto del Patrimonio Histórico Español, fue comisionado por la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales de la Secretaría de Estado de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura y de Deportes de España.
Sin embargo, los trabajos de reparación no fueron terminados. El Arq. Buses calificó como un crimen los daños provocados en el retablo. Uno de los puntos más graves mencionados es que Pereira Javaloyes utilizó óxido de tierra (pintura para piso baldosa) para “restaurar” la reliquia. Como consecuencia, el retablo quedó con un tono rojizo imposible de eliminar.
Por su parte, el obispo Claudio Giménez señaló que la diócesis de Caacupé contestó a todas las preguntas planteadas por la fiscala de Eusebio Ayala, Sofía Jiménez Rolón. Se respondió con mucha seriedad y responsabilidad, ya el año pasado, expresó.
La fiscala Jiménez Rolón fue designada en 2011 para investigar los daños causados por Pereira Javaloyes en los retablos de las iglesias de Piribebuy y Caraguatay. El expediente se basa en una denuncia del ciudadano Ramón Esteche.
Intentamos hablar ayer con el Arq. Pereira Javaloyes sobre el tema, a través de su hermana, la Arq. María Pereira Javaloyes. La profesional indicó que le proporcionaría nuestros números telefónicos a su hermano para que nos llame, pero hasta el cierre de nuestra edición no se comunicó con nosotros.
Peripecias por defender un patrimonio nacional
En 1999, el periodista e investigador histórico Luis Verón, previa consulta con expertos en la materia, redactó un artículo periodístico con el propósito de detener la destrucción de los retablos de las iglesias de Piribebuy y Caraguatay. El material fue publicado en la revista dominical de nuestro diario, bajo el título “¡¡¡Qué barbaridad!!! Consumatum est”.
A raíz de la publicación, el arquitecto Luis Fernando Pereira Javaloyes entabló una demanda judicial contra Verón, reclamando la cárcel por difamación, calumnia e injuria y un resarcimiento económico de G. 500 millones.
En 2003, el juez de Primera Instancia, Dionisio Frutos, desechó la calumnia e injuria, por no encontrar falsedad en la denuncia de Verón, pero dejó en pie la difamación por haberse “excedido en su crítica” y lo condenó al pago de G. 40 millones, más multa de G. 11 millones.
La medida fue apelada y en el 2004, la Cámara de Apelación en lo Penal exoneró al periodista del pago de los G. 40 millones y la multa lo tradujo en 10 meses de prisión, suspendido por dos años de trabajo comunitario. La Corte Suprema de Justicia confirmó la sentencia.
En 2007, el juzgado de Ejecución de Sentencias condenó al periodista a dictar clases de Historia en la Biblioteca particular en Reducto, San Lorenzo.
En 2009, Pereira Javaloyes entabló otra demanda en el fuero civil, pidiendo un resarcimiento de G. 1.400 millones y el embargo de los bienes de Verón hasta cubrir la suma requerida. El Juzgado en lo Civil de San Lorenzo, trabó un embargo preventivo de G. 550 millones.
En agosto de 2011, el procurador general de la República, Enrique García Ávalos, cobró a Verón más de G. 12 millones en honorarios profesionales, en el marco del juicio por difamación e injuria, entablado por Pereira Javaloyes. El funcionario integra el bufete ACG & Asociados, junto a Álvaro Arias y José Casañas Levi.