Dos vidas arrancadas de la muerte

E.S.N. es una joven de 17 años. En la madrugada del sábado último, un avión ambulancia de la Fuerza Aérea Paraguaya partió de urgencia a la lejana ciudad de Fuerte Olimpo para traerla a Asunción: E.S.N. estaba embarazada y en la noche del viernes sufrió una pérdida de placenta, lo que originó una hemorragia.

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Los médicos del hospital distrital de Fuerte Olimpo, al detectar el origen de la hemorragia, solicitaron el apoyo del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) para llevar a cabo una evacuación aeromédica. La misión no se pudo cumplir porque la pista de aterrizaje de Fuerte Olimpo es de tierra y carece por completo de iluminación.

Esta circunstancia obligó a posponer para la madrugada del sábado la salida del avión. Los médicos de Fuerte Olimpo comunicaron a los familiares que debían prepararse para lo peor dada la carencia de terapia intensiva neonatal en la capital del Alto Paraguay.

La ciudadanía olimpeña permaneció en vigilia, expectante de la salud de la joven de 17 años y su bebé.
El equipo de médicos de la Fuerza Aérea y rescatistas del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay llegó a Fuerte Olimpo alrededor de las 7:30 de la mañana del sábado, luego del control de los signos vitales fue subida al avión con rumbo a Asunción.

Nació la criatura

E.S.N. se encuentra internada en el hospital maternoinfantil de San Lorenzo, en Calle’i. Los médicos intentaron cortar el sangrado, pero ante la imposibilidad de lograrlo, en la noche del sábado tuvo una cesárea de urgencia para salvar la vida de la madre y el niño. La intervención tuvo éxito. El niño, de 34 semanas de gestación, se encuentra en terapia intensiva mientras que la madre se recupera en una sala de observación.

Según explicaron los médicos, se estima que el bebé permanecerá 30 a 45 días en terapia. Nació prematuro y requiere cuidados especiales hasta que pueda continuar su proceso sin asistencia clínica.

La madre de la joven madre, Juana Lourdes Denis, no ocultó su felicidad por el desenlace de una historia que pudo ser trágica: el Alto Paraguay es la zona más pobre y aislada del país, si no hubiera sido por la eficaz intervención del servicio SAR dos vidas habrían engrosado la lista de fallecidos por carencia de recursos médicos en la misma región.

El Tte. 1º Eduardo Méndez Alfono, oficial de la Unidad SAR de Bomberos Voluntarios, explicó que “las misiones de evacuación aeromédica son frecuentes y las personas a quienes asistimos son gente de escasos recursos. No hace falta ser “recomendado” o tener dinero para contar con este servicio humanitario”.

La Secretaría de Emergencia Nacional brinda apoyo económico para la compra de combustible al igual que la Gobernación de Alto Paraguay cuando se trata de emergencias en la región.

E.S.N. tiene una oportunidad para vivir y su bebé ya está en manos especializadas para su atención; dos vidas arrancadas de una muerte segura.

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