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La situación fue provocada por la nueva postura asumida por el edil Eugenio Pereira (ANR), quien tras venir apoyando y aprobando todos los proyectos presentados por el ejecutivo en los últimos dos años y medio, cambió radicalmente de postura. Desde la penúltima sesión, este pasó a conformar el grupo de la minoría opositora en la Junta.
Sin embargo, aseguró que sigue siendo de la línea oficialista, ya que fue electo como concejal número uno de la lista del Partido Colorado e incluso perteneciente a la misma línea interna del intendente, Eduardo Paniagua (ANR). “Solo que a partir de ahora ya no voy a apoyar la aprobación de proyectos que violan nuestro reglamento interno”, aseguró.
Explicó que el artículo 16 de dicha normativa prohíbe el tratamiento sobre tablas de las adjudicaciones de obras y que necesariamente deben primero pasar por las comisiones respectivas. Aseguró, además, que son apenas ocho días los que se pierden cumpliendo con lo estipulado en el reglamento interno de la Junta.
El edil aseguró que la adjudicación y firma de contrato es algo muy serio que debe ser estudiado adecuadamente. “Más aún cuando la Junta está conformada mayoritariamente por abogados”, agregó.
Para los concejales oficialistas, cuyo grupo sigue teniendo la mayoría mediante el apoyo de un edil liberal y un oviedista, el cambio de postura de Pereira tiene que ver con el internismo, que ya empieza a ganar fuerzas.
La concejala Ramona Verón (ANR) dijo que algunos de sus colegas ya no quieren que siga creciendo la popularidad del intendente y buscan poner palo a la rueda, frenando la ejecución de las obras. Es decir, la idea es debilitarlo como líder.
La Municipalidad dispone este año de un presupuesto de G. 91.300 millones para obras, de los cuales G. 65.000 millones corresponden al desembolso del Ministerio de Hacienda en concepto de compensación por las cataratas. Unos 100 proyectos de obras, especialmente de empedrados, debe aprobar la Junta en el transcurso del año.