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LUQUE. (Arnaldo Espínola, corresponsal). Una reciente solicitud promovida por el subconsejo de salud, encabezado por el Crío. Vidal Machado, ante la Junta Municipal para el usufructo de las instalaciones del dispensario médico, sacudió el “avispero” y derivó en un fuerte conflicto entre las “familias policiales” de la compañía Mora Cue de Luque.
El precario centro asistencial en disputa es dirigido por la Dra. Teresita Aguilera de Pimienta, esposa del Dr. César Pimienta, actual director de Recursos Humanos del Ministerio de Salud.
En mayo pasado, la Junta Municipal autorizó el usufructo a favor del subconsejo de salud por un periodo de 5 años y remitió la resolución al intendente César Meza Bría (PLRA), quien la promulgó, otorgando el predio a los solicitantes. Luego, a raíz de la reacción de los afectados, Meza Bría revocó su resolución anterior.
Francisco Fariña, miembro del subconsejo, dijo que el intendente –sin la anuencia del legislativo– procedió a anular la resolución que en principio favorecía al subconsejo.
Nazario Maciel, miembro de la administración del dispensario médico, dijo que el grupo liderado por Vidal Machado, hermano del excomandante de la Policía, Viviano Machado, pretende “apropiarse” del local, supuestamente para asistir a sus personales de la empresa de seguridad Tapití.
La encargada del dispensario, Lic. Iluminada Noguera, refirió que atienden a unos 10 pacientes por día en las áreas de odontología y pediatría. Aclaró que no sólo atienden a los policías y familiares, sino a todas las personas que llegan por asistencia.
El dispensario cuenta con once funcionarios policiales activos pertenecientes a Sanidad Policial, dependiente del Hospital de Policía Nacional, dijo Noguera.
Sin embargo, cuando llegamos al centro asistencial, el jueves solo estaban una odontóloga y la recepcionista. Luego de enterarse de la visita de esta corresponsalía, tanto Maciel como Noguera llegaron presurosos al dispensario y la directora avisó por teléfono que pasemos “otro día” para la entrevista.
En la farmacia se observa un panorama desolador. Solo tienen unos pocos medicamentos básicos. Además, en la planilla de funcionarios figuran al menos cuatro operadores de computadoras, pero en el local solo disponen de un viejo y obsoleto equipo informático.