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EMBOSCADA, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Los tres establecimientos penitenciarios dependientes del Ministerio de Justicia e instalados en la compañía Minas de esta localidad no cuentan con planta de tratamiento de efluentes cloacales. Las aguas negras son arrojadas en forma directa a una naciente de agua que forma parte de los humedales del río Piribebuy, principal afluente del río Paraguay.
Los lugareños indicaron que ya no soportan los nauseabundos olores.
Los vecinos señalaron que luego de la denuncia pública realizada a través de nuestro diario hace un año, fiscalizadores de la Secretaría Nacional del Ambiente (Seam) y funcionarios de Institutos Penales verificaron el lugar y pudieron constatar la grave polución ambiental. Prometieron una solución, pero la situación empeoró con el transcurso de los meses.
En un terreno baldío ubicado detrás del vallado de los penales fueron construidos aproximadamente cinco pozos sépticos que se encuentran completamente colapsados. Las aguas negras rebosan en forma continua y fluyen constantemente inundando los campos, nacientes y humedales que desembocan directamente en el río Piribebuy, que es un importante tributario del río Paraguay.
Preocupación
En la última entrevista concedida a nuestro diario el 26 de setiembre, minutos antes de fallecer en un accidente de tránsito, el intendente Jacinto Raúl Peña (PLRA) expresó su preocupación por la grave contaminación producida por el vertido de residuos cloacales de las penitenciarías instaladas en el distrito. Criticó la nula acción de la Seam al respecto, a pesar de las reiteradas denuncias.
Peña dijo entonces que fiscalizadores de la Seam inspeccionaron el lugar y constataron el hecho denunciado, pero nada se hizo para frenar la polución.
Para el director de Institutos Penales, Julio Agüero, no hay contaminación en la zona. Cuando le consultamos sobre las aguas negras despedidas desde los penales que desembocan en los humedales nacientes que alimentan el río, respondió: “Eso no existe, no es así”.
Subrayó que él mismo visitó el lugar en varias ocasiones y no pudo notar nada de las aguas negras, ni fetidez ni contaminación en los alrededores.
Intentamos comunicarnos con el ingeniero Edgardo Duré, jefe de la Dirección de Fiscalizaciones de la Seam, para conocer la conclusión de la fiscalizaciones realizadas en el lugar, pero no contestó nuestras reiteradas llamadas a su celular. Aguardamos se comunique para hablar del tema.