Desaladora fue instalada en un lugar “problemático” de Tte. Irala Fernández

La desaladora de la SEN construida en el distrito de Tte. Irala Fernández está en un lugar “problemático”, donde la salinidad del agua alcanza niveles muy altos. La producción de agua dulce es más costosa porque se debe hacer por etapas y hasta ahora solo se realizó en forma experimental.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2057

Cargando...

FILADELFIA, Chaco Central (Marvin Duerksen, corresponsal). En mayo del año 2009, el hidrólogo Elías Díaz Peña, integrante de la Mesa de Agua de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), dijo que la presión que ejerce el acuífero Yrenda en el norte del Chaco, hacia el sureste de la región, permite la extracción de agua salada, su desalinización a través de la osmosis inversa e inyección de la salmuera al subsuelo, sin mayores peligros.

Esta franja comprende unos 200 kilómetros, desde el municipio de Mariscal Estigarribia hasta el distrito de Tte. Irala Fernández, y se desplaza desde el Pilcomayo hasta el departamento de Alto Paraguay.

Considerando esas condiciones de la zona, la SEN decidió instalar dos plantas desalinizadoras: una en Villa Choferes y otra en Tte. Irala Fernández.

En Tte. Irala Fernández la salinidad alcanza más de 60.000 ppm (partes por millón). Para comparar, en Villa Choferes el agua alcanza 11.000 ppm y la desaladora de la Cooperativa Fernheim en Filadelfia trabaja con 14.500 ppm. Es decir, en Tte. Irala Fernández la salinidad es cuatro veces mayor.

Un año después, en mayo 2010, la hidrogeóloga Sandra Fariña, en aquel entonces funcionaria de la SEN, admitió que Tte. Irala Fernández es un “lugar problema”, por la alta salinidad y los costos incrementados de la desalinización.

“Es un lugar bien problemático, pero también estratégico porque va a ser un centro de abastecimiento de agua para la SEN. Por eso eligieron”, expresó entonces.

Los planes proveían hacer la desalinización en dos etapas: con un pequeño equipo móvil, diferentes pretratamientos (decantación, oxigenación, nanofiltración), y después, con una máquina grande como en Villa Choferes, desalar 200.000 litros por día.

Lo que Fariña dijo, y lo que dijeron en aquel entonces todos los técnicos de la SEN, es que se tenía previsto producir en esta planta agua potable para la población y no solamente hacer experimentos, como quiere hacer creer el exministro de la SEN, Camilo Soares, mediante un comunicado divulgado por la prensa escrita, radial y televisiva.

En la planta incompleta de Tte. Irala Fernández se ha experimentado con la máquina piloto, se purificó agua salada de 60.000 ppm a 700. Pero todo fue en forma experimental, nunca se llegó a producir agua dulce en forma regular.

A esto se refiere el intendente de Tte. Irala Fernández, Ramón Zavala (PEN), cuando dijo en una entrevista a Radio Ñandutí que tomó agua de esta planta. Es más, ya en diciembre 2011, Zavala señaló a este diario que “todavía” no hay una provisión permanente de agua y hasta ahora no se logró.

Actualmente, ninguna de las desaladoras funcionan. Según Soares, solo falta realizar el mantenimiento y la terminación de ambos. Sin embargo, el exministro de la SEN del gobierno de Federico Franco, Rubén Valdez, afirmó que un estudio técnico reveló falencias en la construcción de las plantas.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...