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Zichy Thyssen mantiene un litigio judicial –por el cobro de honorarios profesionales por trabajos judiciales y extrajudiciales– con el abogado Mario Centurión, exapoderado de establecimiento Toro Blanco.
La denuncia de tráfico de influencias fue presentada ante el fiscal Daniel Benítez de esta ciudad por Dionisio Ferreira. Según el escrito, el abogado Alfredo Romero Gómez es funcionario público, trabaja en la Procuraduría General de la República y, a la vez, es representante legal de Gabriel Zichy Thyssen, propietario de la estancia Toro Blanco.
El funcionario invoca inclusive al procurador general, Pedro Valiente, para presionar a los fiscales y jueces de la zona para que las resoluciones judiciales salgan a favor del empresario argentino, agrega la denuncia ante la fiscalía.
Según los datos, en diciembre de 2012, Dionisio Ferreira adquirió de Mario Centurión un lote de 448 ganados vacunos de la estancia Toro Blanco. Sin embargo, los nuevos apoderados del establecimiento – supuestamente encabezados por el abogado Alfredo Romero– denunciaron el hecho como “apropiación”.
El fiscal de San Juan Nepomuceno, Daniel Benítez, manifestó que el sábado realizó un allanamiento a la propiedad de Dionisio Ferreira con el objeto de incautar los animales. Agregó que Centurión le vendió animales utilizando un poder caduco.
Ferreira exhibió un documento para probar que los animales estaban en su poder en calidad de depositario judicial. Sin embargo, durante el allanamiento encontraron cueros frescos, evidencia de faenamiento clandestino, por lo cual procedieron a contabilizar los animales, y constataron un faltante de 52 animales, indicó el fiscal.
El agente fiscal señaló que con eso Ferreira cometió un delito que se llama “quebrantamiento del depósito”; fue detenido, imputado, y se pidió su prisión preventiva. El fiscal negó que haya recibido la denuncia por tráfico de influencias contra Alfredo Romero, quien es representante legal de Gabriel Zichy Thyssen.
Al ser consultado sobre el procedimiento, Mario Centurión dijo que el fiscal “se vendió” a Romero.