El abogado Nicolás Russo presentó una denuncia por producción de documentos no auténticos, lavado de dinero, evasión de impuestos y contrabando, contra siete importadoras. CIUDAD DEL ESTE (de nuestra redacción regional). Unas siete importadoras pertenecientes a comerciantes árabes y chinos, pero registradas a nombre de testaferros, integran la lista de firmas denunciadas. Se trata de Challenger, Acqua Import Export, Dimadi SA, Fook SA, Maniatan Inc SA, Bak Internacional y Mox SA.
Los documentos falsificados, según el denunciante, son los exigidos por el Código Aduanero para la tramitación de los despachos, como la factura de origen de mercaderías que debe tener el sello consular correspondiente al país de origen y el comprobante original del giro realizado para el pago de las mercaderías y que debe ser expedido por las entidades bancarias.
Acorde a la denuncia presentada ante la Dirección Nacional de Aduanas y el Ministerio Público, los importadores falsificaban estos documentos para subvaluar las mercaderías y evitar que se conozca su precio real, para la deducción del impuesto correspondiente en las instituciones aduaneras.
La falsificación de las facturas efectivamente es para subvaluar las mercaderías por cada unidad. Estos documentos son presentados sin el respectivo sello de la autoridad consular, además de los comprobantes bancarios de giros falsificados, cuya confección en el mercado negro asciende a 200 dólares americanos por cada comprobante, según el abogado.
En ese contexto, señala que los giros supuestamente son realizados por casas de cambio clandestinos del microcentro de Ciudad de Este y por sumas mayores a las declaradas en los supuestos comprobantes de entidades bancarias. En los bancos cuyas denominaciones aparecen en los comprobantes, como Banco Integración, Sudameris y Amambay, no constan registros de las operaciones, indica la denuncia.
El esquema de evasión y falsificación para la importación de productos piratas funciona desde mediados del año pasado, lo que ya produjo millonarias ganancias a los integrantes del esquema y perjuicios al fisco que no recibe los impuestos correspondientes.
Según nuestras fuentes, toda la logística de la importación de productos piratas es manejada por los despachantes Ricardo Galeano y Javier Vázquez, quienes son los que se encargan de que las mercaderías lleguen a destino, que son los comerciantes árabes y chinos que tienen sus locales comerciales en el microcentro de Ciudad del Este.
Las mercaderías tienen software y hardware que son utilizados sin licencia de los propietarios del registro.
Existen, además, productos totalmente piratas de conocidas marcas como Nokia, Sony Ericsson, Apple, HTC, entre otros, además de imitaciones fraudulentas como la incautada en la semana pasada por la Fiscalía de productos con marca Suny Ericssun, con la misma tipografía y diseño similar al de Sony Ericsson, que se puede notar a simple vista.
Estas mercaderías son introducidas vía aérea desde Hong Kong, China, vía Ezeiza, Argentina al aeropuerto internacional Guaraní. No obstante, también ingresan en contenedores en tránsito que son despachados en los puertos secos del Alto Paraná, según fuentes de la Fiscalía.
Los documentos falsificados, según el denunciante, son los exigidos por el Código Aduanero para la tramitación de los despachos, como la factura de origen de mercaderías que debe tener el sello consular correspondiente al país de origen y el comprobante original del giro realizado para el pago de las mercaderías y que debe ser expedido por las entidades bancarias.
Acorde a la denuncia presentada ante la Dirección Nacional de Aduanas y el Ministerio Público, los importadores falsificaban estos documentos para subvaluar las mercaderías y evitar que se conozca su precio real, para la deducción del impuesto correspondiente en las instituciones aduaneras.
La falsificación de las facturas efectivamente es para subvaluar las mercaderías por cada unidad. Estos documentos son presentados sin el respectivo sello de la autoridad consular, además de los comprobantes bancarios de giros falsificados, cuya confección en el mercado negro asciende a 200 dólares americanos por cada comprobante, según el abogado.
En ese contexto, señala que los giros supuestamente son realizados por casas de cambio clandestinos del microcentro de Ciudad de Este y por sumas mayores a las declaradas en los supuestos comprobantes de entidades bancarias. En los bancos cuyas denominaciones aparecen en los comprobantes, como Banco Integración, Sudameris y Amambay, no constan registros de las operaciones, indica la denuncia.
El esquema de evasión y falsificación para la importación de productos piratas funciona desde mediados del año pasado, lo que ya produjo millonarias ganancias a los integrantes del esquema y perjuicios al fisco que no recibe los impuestos correspondientes.
Según nuestras fuentes, toda la logística de la importación de productos piratas es manejada por los despachantes Ricardo Galeano y Javier Vázquez, quienes son los que se encargan de que las mercaderías lleguen a destino, que son los comerciantes árabes y chinos que tienen sus locales comerciales en el microcentro de Ciudad del Este.
Las mercaderías tienen software y hardware que son utilizados sin licencia de los propietarios del registro.
Existen, además, productos totalmente piratas de conocidas marcas como Nokia, Sony Ericsson, Apple, HTC, entre otros, además de imitaciones fraudulentas como la incautada en la semana pasada por la Fiscalía de productos con marca Suny Ericssun, con la misma tipografía y diseño similar al de Sony Ericsson, que se puede notar a simple vista.
Estas mercaderías son introducidas vía aérea desde Hong Kong, China, vía Ezeiza, Argentina al aeropuerto internacional Guaraní. No obstante, también ingresan en contenedores en tránsito que son despachados en los puertos secos del Alto Paraná, según fuentes de la Fiscalía.