Cargando...
Supuestamente, la mencionada fiscala se abocó a interrogar con mayor rigor al padre y tío de los niños y no a los responsables del usufructo de la embarcación, demostrando parcialidad en la pesquisa, refirió el padre de dos de los niños que murieron en la indicada fecha, Hugo Escurra. Recordó que los administradores de la balsa, principalmente el intendente de Ñacunday, no fueron procesados.
Quienes perecieron en aquella noche fueron los pequeños Alejandro Daniel Escurra Gauto, de tres años de edad; Elías Escurra Gauto, de 2 años, así como el primo de estos, Willian Javier Escurra Frutos, de 9 años, y la madre de los dos primeros mencionados y esposa de Hugo Escurra, María Ángela Gauto.
El apesadumbrado ciudadano expresó que la pesquisa de la fiscala Meza poco o nada ha avanzado, pese a que ya pasaron tres meses de la tragedia.
Agregó que se siente impotente por dicha situación, y que el día en que declaró ante la Fiscalía, Meza se desvió totalmente del asunto, sindicándolo incluso de ser campesino de Ñacunday, tema que no tenía relación con el terrible caso ocurrido.
Igualmente, subrayó que los explotadores de la “balsa de la muerte” no fueron en ningún momento indagados. La fiscala había sostenido desde un principio que por el hecho punible que se comete se responde individual y directamente, y que las personas que no presenciaron el percance no pueden ser incluidas en la investigación.
Cabe recordar que la balsa que cruza el río Ñacunday es explotada por las autoridades comunales, principalmente por el intendente. Así, el responsable sería el actual jefe comunal de Ñacunday Pedro Duarte, quien había pagado los gastos fúnebres de las víctimas luego de haber transcurrido varios días.
Escurra dijo que llama la atención que la fiscala se muestre muy parcial en la pesquisa y que teme que todo termine en la impunidad.
En el marco de la investigación están imputados el balsero Valdovino Ramírez y el conductor del automóvil en el momento en que sucedió la tragedia, Andrés López.
La fiscala Meza presuntamente en todo momento insiste al automovilista a revelar si estaba ebrio, cosa que de ninguna manera podría ser cierto, según el denunciante. Intentamos comunicarnos con Meza, pero tenía apagado su teléfono.