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ACACARAYÁ, distrito de Bella Vista (Juan Augusto Roa, corresponsal). El gerente de la empresa Vanguardia SA, Daniel Vasconsellos, relató que el establecimiento Puerto Italia, ubicado en esta localidad, cuenta con 1.200 hectáreas, de las cuales 900 hectáreas son reserva forestal de árboles nativos. El resto de la propiedad se emplea en la agricultura, indicó.
Expresó que la empresa está trabajando en un proyecto de certificación que le permitirá acceder al mecanismo de compensación por la preservación mediante el sistema de venta de certificaciones de captura de monóxido de carbono, que también se conoce como “venta de oxígeno”. Dijo que dentro de ese plan próximamente técnicos de la firma procederán a elaborar un inventario del bosque, para determinar la cantidad y especies de árboles existentes.
Sin embargo, expresó que el problema que se plantea, y que viene de larga data. Es que constantemente son víctimas del robo de madera por parte de extractores furtivos, dedicados a la elaboración de postes para la venta. Si bien no es una extracción masiva, sí es un robo selectivo de madera, práctica que se remonta a varios años atrás, expresó Vasconsellos.
Indicó que no encuentran la manera de parar con las extracciones, porque es imposible controlar todo el predio. “Tampoco podemos individualizar a nadie y realizar denuncias concretas”, señaló el gerente.
No obstante, dijo que tienen información de que se trata de personas que habitan en los alrededores, que conocen los movimientos y actúan furtivamente. “Lo único que nos resta es pedir a las autoridades policiales un control más efectivo, que cuando sorprendan a personas transportando madera, postes o rollos, intervengan”, señaló.
Dijo que en el establecimiento existe un empleado encargado de cuidar el inmueble, pero este se siente desprotegido porque en muchos casos los efectivos policiales no acuden a los llamados. En ese sentido, pidió a los uniformados acudir cuando se requiera la presencia policial.
Vasconsellos comentó que un antiguo empleado incluso se vio obligado a renunciar e irse porque seis personas armadas llegaron a su casa y lo amenazaron de muerte a él y su familia si es que realizaba denuncias, acotó.
Expresó también su preocupación por el funcionamiento de un puerto precario en las inmediaciones del predio, que linda con el río Paraná. “Tenemos sospechas de que el sitio es utilizado para actividades ilícitas y nos preocupa que la empresa se vea afectada en su imagen”, señaló el gerente.