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El denunciante es un particular, Victorio Rojas García, proveedor de materia prima, a quien la pareja conformada por Palacios e Irala le habría pagado con dos cheques con cuenta cancelada por la provisión de 600 kilos de alambre.
Estas personas libraron los cheques, cuenta Banco Continental, registrada a nombre de “Tejidos de alambre y metalúrgica Ávalos”, cuyos titulares son Irala y Palacios.
En abril de este año, semanas antes de que ocurriera el incendio, ambos instrumentos de pago fueron rechazados por la casa bancaria porque la cuenta se encontraba inhabilitada para operar.
El abogado Luis Troche, representante legal del denunciante y que también se desempeña como asesor externo de la Municipalidad en la denuncia del incendio, dijo que su intervención en este último caso es a título particular. Añadió que el hecho puede resultar revelador de las circunstancias en que se produjo el siniestro de la sede.
“Esta pareja estaba en una situación económica crítica”, acotó con referencia a Irala y Palacios.
Añadió que, según pudo observar en el contexto de la investigación previa a la denuncia, solamente en el transcurso de marzo pasado en la Municipalidad ingresaron 37 cheques librados por Metalúrgica Ávalos, con la firma de Irala. Este es un interesante punto a investigar: en qué concepto fueron a parar estos cheques a Comuna.
Para Troche es un indicio que puede aportar al esclarecimiento de otro hecho que se investiga, y que saltó a la luz luego del incendio del local municipal, consistente en una “bicicleteada” que se hacía con fondos municipales. El dinero en efectivo era sacado de las arcas y sustituido por cheques, dijo.
Luego de “hacerlo trabajar”, el dinero era devuelto a la Comuna y se retiraban los cheques con los que cubrían los retiros, explicó.
Dijo que la investigación del incendio avanza “muy despacio”, pero que confía en el trabajo de los fiscales Lorena Castelví y Raquel Bordón.