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La jefa del área de Nefrología, Raquel Valdovinos, sostuvo que si bien los pacientes no presentaron ningún tipo de complicación durante el lapso en que se usó “agua cruda”, reconoció que se arriesgó la salud de los enfermos renales. Indicó que la reparación de los desperfectos del filtro se concretó en la tarde del miércoles y desde entonces las sesiones de diálisis se realizan nuevamente con agua que reúne las características requeridas para el tratamiento de sustitución renal.
Afirmó que el problema fue la motobomba que envía el agua cruda al pretratamiento y por ello no podían utilizar los equipos de purificación.
La falta de mantenimiento del sistema de filtrado puso en riesgo la vida de unos 70 pacientes, pero según los médicos optaron por el “mal menor”. Valdovinos dijo que era impensable la otra alternativa: la de dejar de dializar, porque podría acarrear la muerte de los enfermos.
De igual forma, las propias máquinas de hemodiálisis pudieron sufrir algún desperfecto debido a la utilización de agua sin tratar. La sala de hemodiálisis del hospital regional ya atravesó por este mismo problema en varias ocasiones, pero nunca por tanto tiempo, indicó.
Raquel Valdovinos dijo también que, a causa de los cortes diarios del servicio de Essap, en muchas ocasiones deben pedir auxilio a los bomberos voluntarios.