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CAPIATÁ (Antonia Delvalle C., corresponsal).El director del Instituto Nacional del Cáncer, doctor Julio Rolón, había dicho que ningún paciente quedaría librado a su suerte, que serían derivados al sector privado para proseguir con sus tratamientos, tras la avería que sufrió el único equipo de radioterapia del hospital a su cargo.
Sin embargo, ayer, ante las denuncias de decenas de enfermos, argumentó que no hay capacidad para absorber la demanda y que se da prioridad a quienes ya están terminando sus sesiones.
Explicó que los pacientes son derivados a la clínica Terapeutic, que fue contratada por haber presentado la mejor oferta.
Ante esta situación cerca del 50 por ciento de los pacientes deberán esperar que se repare el acelerador lineal de radioterapia, el único disponible en el Instituto del Cáncer y en todo el sector público.
Este equipo sufrió una avería hace una semana por la sobrecarga de trabajo y estaría rehabilitado en unos diez días.
Sin embargo, el doctor Rolón advirtió que podría dañarse nuevamente debido a que se lo utiliza al máximo de su capacidad, ante la imposibilidad de poner en funcionamiento el otro equipo de radioterapia
Segundo equipo
Esta segunda máquina de radioterapia, adquirida en 2013, no está operativa debido a que la empresa Wes, del ingeniero Williams Édgar Stanley, no construyó en el tiempo establecido el búnker que precisa el equipo y hace un mes abandonó la obra, que solo avanzó un 18 por ciento.
En principio, el Ministerio de Salud anunció que rescindiría el contrato y cobraría la póliza de seguro, según el director de la INC.
Sin embargo, ayer, representantes de la cartera sanitaria cambiaron de opinión y decidieron recontratar a la firma del ingeniero Stanley, concediéndole otros cuatro meses de tiempo para concluir el búnker.
El fiscal de Obras del Ministerio de Salud, arquitecto Jorge Pecci, confirmó esta información y mencionó que la firma debe corregir algunos errores en la obra, como la no colocación en forma de los tirantes para sostener el encofrado.
El doctor Gustavo Campos, miembro del sindicato de médicos del hospital, dijo que funcionarios y pacientes están indignados ante la determinación adoptada por el Ministerio de Salud de recontratar a la empresa, que en un acto irresponsable y criminal no cumplió con el compromiso en el tiempo previsto.
A su criterio se debieron ejecutar la póliza de seguro y contratar a una empresa que ofrezca garantías, vía modalidad de la excepción.
El doctor Rolón dijo que aunque no confía en la firma Wes, entiende que el ministerio la recontrató porque un nuevo llamado a licitación llevaría más tiempo.
Pagaron el 50 por ciento
El Ministerio de Salud Pública había adjudicado la construcción del búnker para el segundo equipo de radioterapia del Instituto Nacional del Cáncer a la empresa Wes por unos G. 1.000 millones. De este monto ya se le pagaron a la constructora unos G. 500 millones. El contrato establecía como plazo de entrega unos 180 días. Comenzó en agosto de 2014 y debió culminar en diciembre de ese mismo año. Sin embargo, hasta hace un mes los trabajos apenas habrían avanzado en un 18 por ciento.
Por irresponsabilidad de esta empresa unos tres mil pacientes del instituto no podrán acceder aún al tratamiento. El segundo equipo de radioterapia fue adquirido en 2013 y por esta razón no se encuentra aún operativo.