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Cáceres venía pagando desde 2001 la suma de G. 200.000 anuales como impuesto inmobiliario, por la finca Nº 1564 con padrón Nº 2585. Sin embargo, en el Catastro aparece solo un inmueble del parlamentario Cáceres con finca Nº 1555 e igual número de padrón.
Además, en concepto de los impuestos que el mismo pagó figuran solo 82 hectáreas. Esta información no coincide con la dimensión que ahora quiere vender a la Municipalidad, que dice que es de 1 hectárea con 2.443 m2. Tampoco tiene relación con lo registrado en Catastro donde desde enero de 1970 el padrón Nº 2585 tiene finca Nº 1555 y su dimensión es de 84,500 hectáreas.
Consultado, el escribano Joaquín Matto explicó que en el sector rural cada finca debe tener padrón diferente y si se trata de un inmueble dentro del casco urbano, lo que se le debe asignar es cuenta corriente catastral.
Matto es escribano de Cáceres y comentó que el parlamentario adquirió las 84 hectáreas del inmueble de una hipoteca realizada en 1970 por el Banco do Estado de São Paulo (Banespa). Tras ello, había realizado algunas transferencias, por lo que podría haber ocurrido una confusión en la inscripción en la Municipalidad.
Este conflicto mantiene en vilo a la población, que incluso planea movilizarse en contra de lo que consideran “negociado” del parlamentario