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El presbítero Pascual Jara denunció el martes que el sábado 25 de mayo fue amenazado de muerte por el titular de la parroquia San Pedro, padre Darío Britos. Indicó que desconoce el motivo que llevó al religioso a tomar una actitud violenta en su contra.
El obispo diocesano, monseñor Juan Bautista Gavilán, a raíz de la denuncia hecha por Jara a través de los medios de comunicación, le prohibió celebrar misa y otras actividades dentro de la parroquia San Pedro.
Le otorgó tiempo hasta el mediodía de ayer para buscar una parroquia donde ir a vivir por haber recurrido a la prensa para contar cuestiones internas de la parroquia.
El padre Jara dijo que ayer fue llamado a la Curia diocesana, donde conversó en un tono más agradable con el obispo. El prelado le reiteró que ya no debe contar nada a los periodistas y nuevamente le acusó de haber mentido sobre la amenaza de muerte que denunció haber recibido del cura Britos.
“¿Acaso tengo que ser yo el que abandone esta comunidad, cuando que realmente yo fui el ofendido?”, cuestionó el sacerdote ayer.
Añadió que ya no tiene las condiciones de salud física necesarias para trasladarse a otra ciudad. Además, en esta ciudad están sus familiares y amigos, dijo.
Ayer nuevamente tratamos de hablar con Mons. Gavilán y el padre Britos, pero no se hicieron encontrar.