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ENCARNACIÓN (José Miguel González, de nuestra redacción regional). El concejal Andrés Morel (ANR) señaló que tras conocerse la explotación comercial del helipuerto por la empresa Helitáctica SA, propiedad de Silvano Giménez Azuaga y Víctor Picollo Marxen, para realizar vuelos panorámicos, conversó con los comerciantes libaneses encarnacenos que donaron la obra a la Comuna. “Ellos aseguraron que era para casos de urgencia, tanto que la habilitación es para uso de emergencia y no existe canon alguno por la explotación comercial”, dijo.
La empresa cuenta con la habilitación de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) como ambulancia aérea y taxi, de acuerdo a los datos.
El edil señaló que no está en contra de la explotación comercial con fines turísticos. Sin embargo, se debe cambiar la habilitación y establecer el canon correspondiente, expresó.
El concejal municipal recordó que la construcción del helipuerto comenzó en mayo de 2018 a poca distancia del ex Molino San José, sin autorización de la Municipalidad. “En ese entonces llamamos la atención porque en esa zona está expuesta una gran cantidad de personas que participan en las actividades varias de la playa. Además, existe protocolo internacional de no perjudicar patrimonios, en este caso los dos íconos, el Silo y Molino San José”, mencionó.
Los empresarios insistieron en que se construya cerca de la playa y entonces se decidió por el lugar denominado como el Paseo de la Villa Baja.
El helipuerto recibió ayer múltiples visitas. La mayoría se sacó fotos con la nave.
El costo por persona para los vuelos panorámicos de 10 minutos sobre la ciudad es de G. 340.000; sobre la costanera y la ciudad, unos 15 minutos, asciende a G. 675.000 y G. 1.350.000 los paseos de 30 minutos sobre la costanera y las reducciones jesuíticas de Jesús y Trinidad.
Para que la aeronave despegue se necesita completar la participación de cuatro personas, de acuerdo a los datos.
La empresa Helitáctica SA figura como la encargada del mantenimiento de los helicópteros de la Policía Nacional adquiridos por Rafael Filizzola cuando era ministro del Interior. La compra fue muy cuestionada, según los antecedentes.