Cargando...
CIUDAD DEL ESTE (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). A un costado de un amplio estacionamiento privado dentro de las nueve hectáreas, “Estacionamiento del Este SA” había construido 304 casillas dentro de un tinglado municipal para trabajadores de la vía pública. Ahora, la Municipalidad y la mencionada firma pretenden derribar los locales para emplazar un shopping.
Documentos oficiales públicos señalan que la empresa Estacionamiento del Este SA fue conformada el 20 de diciembre del 2008. Figuran como propietarios el arquitecto paraguayo Diego Hayes Sarubbi Kunzle, domiciliado en el exclusivo Paraná Country Club de Hernandarias; el contador paraguayo Carlos Teresio Aguirre Martínez, y Ramón Enrique Ayala Morínigo, norteamericano, domiciliado en Asunción.
El presidente de la Asociación de Casilleros Unidos de CDE, Vicente Ocampo Cabral, firmó junto con la intendenta Sandra McLeod de Zacarías (ANR) y el abogado Arsenio Benítez, por la concesionaria, un acuerdo que autoriza a la empresa derribar las casillas del tinglado municipal y construir en su lugar un gran shopping. Se menciona que habrá 304 “boxes” para reubicar a los trabajadores de la vía pública, mientras el resto del edificio, con tiendas y pisos de estacionamiento, serán de explotación privada.
Para rubricar este acuerdo, Ocampo presentó a la Municipalidad una lista de casilleros, con sus respectivas firmas. Acompaña con una solicitud de nuevos puestos de trabajo, atendiendo las pésimas condiciones en que se encuentran los actuales.
Sin embargo, numerosos casilleros afirmaron que Ocampo habría falsificado las rúbricas porque nadie lo apoyó y aseguraron que la mayoría se opone al proyecto porque teme perder sus lugares de venta. Ante esta situación, también la mayoría de los concejales municipales manifestaron su desacuerdo con el plan.
Aseguró que todos los casilleros firmaron el pedido remitido a la Municipalidad para que se mejoren los locales de trabajo, pero después lo negaron porque “políticos oportunistas que están contra la intendenta les amenazaron con que van a perder sus puestos”.
Ocampo reconoció que las casillas necesitan refacciones urgentes porque las cloacas explotan y la instalación eléctrica está obsoleta. En ocho años no se realizó mantenimiento, dijo.