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COLONIA NEULAND, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Durante la última edición de la Expo Rodeo Neuland, hace una semana, se presentaron nuevamente piscicultores, en un stand propio.
El lugar recibió la visita de numeroso público, con lo que se evidenció el interés que despierta el rubro.
Uno de los promotores de la piscicultura en esta zona del Chaco es el Ing. Agr. Helmut Kaethler, encargado de la asistencia técnica de la colonia Neuland. Comentó que en el Chaco muchos productores de carne cuentan con agua para su ganado bovino y aprovechan para producir peces, como actividad secundaria. "Esta idea provino de un amigo que nos recomendó poner peces en el agua para probar y salió perfectamente. De esta forma incentivamos la producción de pescados", explicó.
Kaethler destacó que el suelo de monte tiene muchos minerales, que es lo que realmente necesita el pez para crecer. Es decir, el agua ya tiene los minerales que el animal necesita para su rápido crecimiento.
Según experiencias en la Región Oriental o del Brasil, los piscicultores tienen que añadir suficiente abono para producir con la misma calidad mientras que, en el Chaco, el suelo tiene mucho fósforo y potasio, lo que hace que el pez crezca en poco tiempo. Los piscicultores de la zona ya probaron prácticamente con todas las especies, desde carpas, pacú, bagres, tilapia, surubí, dorado y varias especies de carnívoros, entre otras.
"Todas las especies que probamos funcionan muy bien aquí en el Chaco. Solamente necesitan espacio. No se les puede amontonar en un lugar pequeño, porque no crecen. Su desarrollo depende de la alimentación", dijo.
Los alevines se consiguen de Santa Rita y últimamente también en Caaguazú. Además proveen las facultades de Veterinaria de las universidades.
Consumo familiar
Hasta ahora la piscicultura en esta zona del Chaco se practica solo para el autoconsumo, pues aún no cobró carácter comercial. Cada productor que tiene peces lo emplea solo para consumo familiar, entre amigos, para regalar y en algunos pocos casos para vender.
Durante la sequía
Por otro lado, cuando la región es azotada por una sequía desalmada y el agua escasea, todo se vuelve crítico, pues los peces necesitan el agua más que todo e incluso más que el ganado vacuno y los seres humanos.
"Es una problemática que tuvimos el año pasado. Realmente fue una lástima que muchos productores perdieran sus peces. Cuando la situación se pone fea y el agua se acaba, el productor ya no tiene ánimos de preocuparse por los peces, solo se centra en el ganado. Fue así que se perdieron muchos peces, el año anterior, sobre todo los que aún no estaban en condiciones de ser faenados. Fue una lástima", recordó el agrónomo.
A pesar de esta posibilidad, el experto animó a todos los productores que tienen tajamares a que se dediquen a la cría de peces.
"Es poca la inversión que se hace y después tendrán el placer de sacar del agua algo maravilloso. Si a alguien no le gusta el pez, puede darles una gran alegría a otros, regalándolo", destacó el Ing. Agr. Helmut Kaethler.
El lugar recibió la visita de numeroso público, con lo que se evidenció el interés que despierta el rubro.
Uno de los promotores de la piscicultura en esta zona del Chaco es el Ing. Agr. Helmut Kaethler, encargado de la asistencia técnica de la colonia Neuland. Comentó que en el Chaco muchos productores de carne cuentan con agua para su ganado bovino y aprovechan para producir peces, como actividad secundaria. "Esta idea provino de un amigo que nos recomendó poner peces en el agua para probar y salió perfectamente. De esta forma incentivamos la producción de pescados", explicó.
Kaethler destacó que el suelo de monte tiene muchos minerales, que es lo que realmente necesita el pez para crecer. Es decir, el agua ya tiene los minerales que el animal necesita para su rápido crecimiento.
Según experiencias en la Región Oriental o del Brasil, los piscicultores tienen que añadir suficiente abono para producir con la misma calidad mientras que, en el Chaco, el suelo tiene mucho fósforo y potasio, lo que hace que el pez crezca en poco tiempo. Los piscicultores de la zona ya probaron prácticamente con todas las especies, desde carpas, pacú, bagres, tilapia, surubí, dorado y varias especies de carnívoros, entre otras.
"Todas las especies que probamos funcionan muy bien aquí en el Chaco. Solamente necesitan espacio. No se les puede amontonar en un lugar pequeño, porque no crecen. Su desarrollo depende de la alimentación", dijo.
Los alevines se consiguen de Santa Rita y últimamente también en Caaguazú. Además proveen las facultades de Veterinaria de las universidades.
Consumo familiar
Hasta ahora la piscicultura en esta zona del Chaco se practica solo para el autoconsumo, pues aún no cobró carácter comercial. Cada productor que tiene peces lo emplea solo para consumo familiar, entre amigos, para regalar y en algunos pocos casos para vender.
Durante la sequía
Por otro lado, cuando la región es azotada por una sequía desalmada y el agua escasea, todo se vuelve crítico, pues los peces necesitan el agua más que todo e incluso más que el ganado vacuno y los seres humanos.
"Es una problemática que tuvimos el año pasado. Realmente fue una lástima que muchos productores perdieran sus peces. Cuando la situación se pone fea y el agua se acaba, el productor ya no tiene ánimos de preocuparse por los peces, solo se centra en el ganado. Fue así que se perdieron muchos peces, el año anterior, sobre todo los que aún no estaban en condiciones de ser faenados. Fue una lástima", recordó el agrónomo.
A pesar de esta posibilidad, el experto animó a todos los productores que tienen tajamares a que se dediquen a la cría de peces.
"Es poca la inversión que se hace y después tendrán el placer de sacar del agua algo maravilloso. Si a alguien no le gusta el pez, puede darles una gran alegría a otros, regalándolo", destacó el Ing. Agr. Helmut Kaethler.