El área silvestre protegida a la reserva natural está ubicada en la zona de la cuenca del río Pilcomayo, a 10 km al noreste del poblado de Gral. Díaz. Cuenta con una porción de los bañados de la cuenca del río Pilcomayo y está situada en los límites de los departamentos de Boquerón y Pdte. Hayes, a unos 450 km de la capital.

En un reciente acto oficial en presencia de autoridades de Boquerón, de la agencia norteamericana USAID y de la Fundación para el Desarrollo Sustentable del Chaco (FDSCH), entre otras, se entregó a los propietarios, los hermanos Heinrich (Peter y Anton Klassen) el Decreto presidencial Nº 5841, con fecha del 28 de junio de 2005. Además, cuenta con la resolución 498/04 de la Secretaría del Ambiente (Seam).

En la oportunidad, Wilfried Giesbrecht, de la FDSCH, resaltó el esfuerzo del equipo técnico de la fundación y de los propietarios para el logro del reconocimiento. Por su parte, el representante de USAID, Enrique Villalba, expresó que la agencia norteamericana seguirá apoyando este tipo de emprendimientos, con todo lo que está a su alcance. "Este legado es para mucha gente y tal vez no seamos ni siquiera conscientes del valor que esto pueda tener para generaciones futuras", destacó.

Heinrich Klassen, uno de los propietarios de la estancia, manifestó, por su parte, que está orgulloso de ser dueño de esta reserva e invitó a imitar la iniciativa. "Ojalá que esta no sea la última reserva, esperó que se creen más", dijo.

La reserva cuenta con una evaluación ecológica rápida (EER) de un equipo multidisciplinario, del perfil humano de la zona y un plan de manejo. Estos estudios arrojaron, en total, 166 especies, de las cuales 123 corresponden a aves, que incluyen 7 especies consideradas endémicas del Chaco (Nothoprocta cinerascens, Ortalis canicollis, Drymornis bridgesii, Rhinocrypta lanceolata, Asthenes baeri, Knipolegus striaticeps, Poospiza melanoleuca), y otra categorizada como casi amenazada (Rhea americana).

Los dueños han lamentado que exista una cacería furtiva en la zona, a pesar de los carteles que prohíben toda esta actividad en el lugar. Anunciaron que capacitarán al personal de la estancia, para que puedan trabajar como guardaparque y proteger la fauna y flora en el lugar.