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CIUDAD DEL ESTE (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). En el marco de la cuarta etapa de reordenamiento del microcentro, la Municipalidad local, a cargo de la intendenta Sandra McLeod de Zacarías (ANR), instaló en el paseo central, ubicado entre las avenidas Monseñor Rodríguez y la Ruta VII “Gaspar Rodríguez de Francia”, desde Carlos Antonio López hasta Luis María Argaña, mesitas o “cajas” y casillas para los vendedores de la vía pública.
El proyecto, que también incluye las veredas, pretendía ubicar a los “mesiteros” y “casilleros” que siempre estuvieron instalados en la zona de forma precaria. Sin embargo, la concesión de los puestos de venta desde un principio generó inconvenientes porque la Comuna no realizó un censo de beneficiarios.
La institución pactó con asociaciones de vendedores que se formaron por sector y pasaron las listas de las personas que debían acceder a las nuevas mesitas y casillas.
Concejales municipales opositores denunciaron en varias ocasiones que de esas listas se había excluido a los trabajadores que no son zacariistas. Incluso, expresaron que se cobraba en dólares a los interesados en ser inscriptos. Los ediles solicitaron un censo transparente, pero no se hizo.
Ahora, cuando ya las obras incluidas en la denominada cuarta etapa están culminando, la Municipalidad comenzó a distribuir por las noches, los puestos de venta permanentes.
Las tareas comenzaron días antes de la Navidad, pero debido a fuertes discusiones entre beneficiarios que denunciaron estar perdiendo sus ubicaciones originales, el trabajo se pospuso para los primeros días de este ño, según los datos.
Una de las vendedoras, María Rosalba Portillo (37), relató que hace 26 años está en el sitio. Señaló que desde los últimos días se queda a dormir en su puesto porque también figura entre las próximas a ser desalojadas. Denunció que el jueves último el fiscalizador municipal, Lorenzo González, y la presidenta de la Asociación de Mesiteros Zona Jebai, Mirna Maciel, fueron hasta la zona con otras dos personas con intenciones de entregar las dos mesitas por las que ella tiene el canon al día.
“Yo trabajo acá hace 26 años. Lo que era mi puesto, dividieron en casillas y mesitas y me prometieron una casilla y dos mesitas, por las que yo tengo los cánones pagados hasta enero. Pero ellos vinieron y quisieron entregar las dos mesitas a otras personas que nunca estuvieron acá, no sé de dónde vinieron. No les permití. De acá no me muevo por ningún motivo, soy la dueña original de este puesto y no me muevo de acá”, reiteró Portillo.
Todos serán reubicados
El jefe de Prensa de la Municipalidad, Juan Sanabria, afirmó que Portillo debe ser desalojada, pero no de su casilla, sino de la que está al lado, que la mujer también ocupa actualmente. Dijo que ese puesto no le pertenece e indicó que ella no perderá las dos mesitas, sino que le fueron designadas otras que están ubicadas a 12 metros del lugar actual.
“Todos serán reubicados, sobre todo si tienen el canon al día. Estamos previendo puestos para todos. A veces no podemos colocar a la gente en el mismo lugar donde estaban, pero quedan en el ese sector”, explicó Sanabria, que no supo decir cuántos trabajadores deben ser reubicados y la cantidad de mesitas existentes.
Espacios pequeños
Los puestos colocados por la Municipalidad son pequeños señalan los trabajadores de la vía pública. Una casilla mide casi dos metros de ancho por 1,45 de largo, mientras que las mesitas o “cajas” miden 80 centímetros de ancho por 1 metro de largo.
Según los vendedores, en los espacios sería difícil ubicar frazadas, camperas u otro tipo de artículos que suelen ofertarse en el microcentro. La mayoría los mesiteros y casilleros aspiran a tener dos o más puestos juntos, pero finalmente la distribución se hace por unidad, pudiendo corresponder a un vendedor, una mesita en un lugar y la otra, a metros de la anterior, según explicó Sanabria.